La fiscal sólo acusa al segundo por atentado y una falta de lesiones

Policía y detenido, a juicio por agredirse entre ellos

Miguel Fernández y José Antonio Álvarez, ayer en la sala de vista de un juicio (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Policía y detenido compartieron ayer banquillo de la sala de vistas de la Audiencia ya que ambos se acusan mutuamente de agredirse con motivo de una identificación nocturna. Pese a que el fiscal sólo acusa a la persona que supuestamente rehusó proporcionar sus datos personales, Miguel Fernández, este último también presentó denuncia contra al agente José Antonio Álvarez por dos delitos y una falta: detención ilegal, denuncia falsa y lesiones, respectivamente.
Las versiones dadas por ambos sólo coincidieron en el día -el 8 de junio de 2011- ; lugar en el que ocurrieron los hechos -calle Ribeiro de Canedo- y la hora, sobre las tres y media de la madrugada. Entonces, según aseguró el policía inculpado estaban patrullando de paisano esa calle, vigilando la sede del PSOE en tanto en aquella época se había producido ataques al local con artefactos explosivos.

José Antonio Álvarez, que patrullaba en un coche con una agente de prácticas, aseguró que pidieron a Miguel Fernández que se identificara porque en esa misma calle había una chica que había pedido una orden de alejamiento contra su pareja, cuya descripción, se parecía al hombre que vieron caminar por la calle (no era tal).


DISTINTAS VERSIONES

A partir de ese encuentro, la versiones de uno y otro difieren por completo. Miguel Fernández niega que se hubiera negado a identificarse y que el policía 'sin motivo ni justificación' lo redujo para colocarle las esposas, lo que le provocó que cayese al suelo. A continuación, según añadió, lo golpeó contra el capó del coche a la vez que le propinaba patadas en el costado y los hombros, por lo que tuvo que recibir asistencia médica. Según su testimonio, no golpeó a los policías dado que estaba esposado y reducido.

El agente acusado mantuvo que el joven mostró en todo momento una actitud desafiante ya que sólo les dijo que se llamaba 'Miguel', tras insistirle en que se identificara. 'Le eché la mano cuando intentó irse, mientras esperaba refuerzos ya que me encontraba con una chica de prácticas; me dio un codazo y con el puño en el pecho', relató. Atribuye las heridas a que en el forcejeo cayeron al suelo.

La fiscal reclamó una pena de 15 meses de cárcel para Miguel Fernández por un delito de atentado y 45 días multa (10 euros al día) por una falta de lesiones, además de 200 euros para el policía en concepto de indemnización.

Por su parte, este último reclama una pena para el agente de 31 meses multa, con un cuota diaria de 20 euros, por detención ilegal, denuncia falsa (atentado a agente de la autoridad) y una falta de lesiones.

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