El grupo de gobierno del Concello de Ribadavia asume la moción del PP para que la Diputación provincial se haga cargo de la captura de los perros asilvestrados que atacan a los animales domésticos en la zona rural de este municipio y también en Cenlle, llegando incluso a zonas de Carballeda de Avia. Los populares proponen la firma de un convenio con la institución provincial siguiendo el modelo del Concello de Cenlle que ya se ha formalizado.
El alcalde socialista, Marcos Blanco, asegura que 'xa se lle pedira por parte do concello unha solución á Deputación, á Medio Ambiente e á Subdelegación de Goberno, por eso asumimos esta moción, aínda que supeditada ó informe da correspondiente comisión e ó debate político do pleno do próximo xoves'.
El regidor asegura que la fórmula para abordar el problema, ya sea a través de un convenio o de otro modo, le es indiferente, pero que conste que 'o concello non ten medios materiais nin humanos para capturar eses cans, porque non son dos que se abandonan, senón que son asilvestrados e peligrosos'.
ATAQUES
Vecinos de los tres municipios han visto en diversas ocasiones a grupos de estos perros merodeando por los pueblos e incluso por las carreteras, con el riesgo de accidentes que supone su presencia en la calzada. Además, los ataques se han producido en fincas y gallineros particulares, en donde matan a todos los animales. A finales del pasado año incluso se atrevieron con una vaca que pastaba en un monte comunal, por lo que la preocupación es general.
El regidor asegura que la fórmula para abordar el problema, ya sea a través de un convenio o de otro modo, le es indiferente, pero que conste que 'o concello non ten medios materiais nin humanos para capturar eses cans, porque non son dos que se abandonan, senón que son asilvestrados e peligrosos'.
ATAQUES
Vecinos de los tres municipios han visto en diversas ocasiones a grupos de estos perros merodeando por los pueblos e incluso por las carreteras, con el riesgo de accidentes que supone su presencia en la calzada. Además, los ataques se han producido en fincas y gallineros particulares, en donde matan a todos los animales. A finales del pasado año incluso se atrevieron con una vaca que pastaba en un monte comunal, por lo que la preocupación es general.
