Los centros de Infantil y Primaria revivieron ayer las escenas propias de cada 'vuelta al cole', con mucha alegría por el reencuentro con los compañeros, pero tampoco faltaron las lágrimas entre los más pequeños.

Risas y llantos en la vuelta al cole

Las risas, gritos y juegos volvieron ayer a los 'coles' de la provincia, en el primer día de clase en Infantil y Primaria, jornada en la que tampoco faltaron algunas lágrimas entre los más pequeños.
'Yo ya tenía ganas de volver', comentaba un niño de Primaria a las puertas del colegio Irmáns Villar de la ciudad. 'Pues yo no, la verdad', le respondía un compañero. Y es que la mayoría suelen coincidir: les hace mucha ilusión volver a ver a los amigos, pero no tanta pensar en tener que estudiar y en hacer los deberes.

En el patio, alegría entre los niños en el reencuentro con los compañeros, e incluso no faltaron los que saludaron a sus profesores con un afectuoso abrazo. Sin embargo, entre algunos de los más pequeños, los de Infantil, el primer día de clase se vivía con más nerviosismo. Los mayores -móvil en mano- intentaban animarles sacándoles fotos con sus compañeros. Un truco que estaba lejos de funcionar con otros, aquellos que no podían contener las lágrimas cuando sus padres los dejaban a la puerta de clase -casi más tristes los adultos que los niños-, mientras los 'profes' acudían al rescate para evitar que saliesen corriendo detrás de sus progenitores. 'Pues este año fue bastante bien en comparación con el pasado', indicaba una profesora a la vez que trataba de entretener y animar a los escolares.

Entre los mayores, también cierto nerviosismo por la vuelta a clase, pendientes de todos los detalles. '¿Te has acordado de traer las gafas?', preguntaba una madre a su hijo. 'Claro que sí', le respondía. A pesar de todo, los adultos agradecían ya la vuelta a la rutina, argumentando que se hace difícil conciliar trabajo y niños 'durante todo el año, pero más aún durante el verano', según comentaban a las puertas del centro.


CON NORMALIDAD

En todo caso, la vuelta al 'cole' en la provincia transcurrió sin problemas, salvo la única incidencia de que en el colegio Filomena Dato se anunció el pasado martes el cierre de un aula en primer año de Infantil, al darse de baja uno de los 26 alumnos matriculados, y la reagrupación de los restantes en una clase (justificando que se cumplía el ratio máximo de alumnos por aula, 25). No obstante, en la mañana de ayer, desde la delegación de la Xunta en Ourense comunicaban que se había matriculado otro alumno, y que se volvían a disponer las dos aulas.

Mientras, en el 'Ben Cho Shey' de Pereiro, las clases comenzaron con normalidad, aún a falta de la habilitación definitiva de la ampliación realizada en los últimos meses, en la que quedan pendientes los últimos retoques que estarán en una semana.

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