ENTREVISTA

Romar: "Pinto para dejar sobre el lienzo aquello que me hace daño por dentro"

Juan Manuel Rodríguez "Romar".
photo_camera Juan Manuel Rodríguez, "Romar"

Juan Manuel Rodríguez, "Romar", dice de sí mismo que es "raro" desde pequeño, cuando prefería ir con su padre tramoyista al teatro que jugar con los niños de su edad al balón. Entonces comenzó a dar los primeros pasos como creador, para terminar convirtiéndose en pintor

No tiene móvil, ni ordenador. No ve la televisión, a no ser que en casa alguien la encienda a la hora de la comida. Juan Manuel Rodríguez (Ourense, 1956), "Romar", dice de sí mismo que es "raro" desde pequeño, cuando prefería ir con su padre tramoyista al teatro que jugar con los niños de su edad al balón. Entonces comenzó a dar los primeros pasos como creador, para terminar convirtiéndose en pintor. Desde ayer y hasta el 31 de enero, la Casa de la Xuventude de la capital acoge una muestra formada por 26 de sus óleos. 

¿Qué peso tuvo su padre en su trayectoria artística?

Fue la figura fundamental de mi vida. La relación con mi padre fue muy íntima y muy personal, prefería estar con él y ayudarlo con su trabajo que jugar con los niños. 

¿Decidió entonces ser pintor?

Una cosa es pintar una escenografía para que el público la vea a distancia y otra es hacer una exposición de cuadros . Es decir, es una obra con la que invitas a acercarse y adentrarse al espectador que ve esas texturas y contrastes que cuentan una historia. Si no eres capaz de trasmitir ningún tipo de sentimiento, es un trabajo perdido. 

¿De qué hablan sus obras?

Lo que veo no me atrae mucho y la mayoría de mis pinturas hablan de lo que detesto, de lo que no me gusta de la sociedad. Es una necesidad de dejar en el lienzo todo lo que me hace daño por dentro. 

¿Como qué?

Ver como la gente que trabaja no llega a fin de mes mientras muchos funcionarios no van ni a fichar. Para mí el que trabaja es el que se levanta, tiene que realizar una labor, tiene un jefe por encima por lo que no le es fácil escabullir el bulto. Y resulta que al final tiene que pagar un alquiler y a lo mejor las pasa canutas para poder ir al supermercado.

Los espectadores se encontrarán con crítica social.

Digamos que la obra principal de la exposición está basada en el dicho de "comerás el pan con el sudor de tu frente". Cuando salgo a la calle me pregunto como se puede mantener este país con tanto servicio público que no hace ningún tipo de servicio y con tan pocos trabajadores. Es una crítica a cómo está montada la sociedad. 

¿Funciona?

Sirve de poco, pero es lo único que puedo hacer. Hago otro tipo de pintura, pero disfruto muchísimo más haciendo crítica. Aunque haga paisajes, si estoy pensando en cosas que no me resultan agradables, en los paisajes se nota. Uno pinta con el sentimiento que tiene. 

¿Qué le pide a 2019?

Pintar mejor que el año pasado. Podría pedir políticos menos corruptos o que los trabajadores pudiesen ir a la pescadería y no solo comer salchichas. Me encantaría una sociedad más justa en la que los que negocian con la muerte desaparecieran, pero como sabemos que es imposible me conformo con pintar mejor.

Te puede interesar