La responsable de gerencia y gestión integrada del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), Eloína Nuñez Masid, y el presidente de la Fundación San Rosendo, José Luis Gavela, firmaron ayer un convenio de colaboración de voluntariado que permitirá dar respuesta inmediata a las necesidades de los pacientes que, una vez dados de alta no pueden retornar a su domicilio ante la limitación de autonomía, necesidades de adaptación de su vivienda o limitaciones de recursos, y precisan una alojamiento alternativo.
Los requisitos para acogerse a este convenio son: ser mayor de 60 años -o de manera excepcional menor de esa edad-; tener una limitación de autonomía que implique la necesidad de ayuda de una tercera persona para las actividades básicas de la vida diaria; carecer de familia o red social de apoyo; contar con escasos recursos económicos -que no permitan al paciente hacer frente al coste de una plaza residencial en un centro de carácter privado-, y tener iniciadas las gestiones o trámites oportunos para su acceso a una plaza en una residencia pública.
Con esta iniciativa 'se evita prolongar innecesariamente la estancia en el hospital de pacientes que precisan de una respuesta diferente, y se garantiza su acceso a una atención adecuada y de calidad', según explicó Eloína Nuñez.
El presidente de la Fundación San Rosendo señaló que se trata de una respuesta inmediata y temporal -mientras los trabajadores sociales no encuentran una solución definitiva- y que la fundación podrá a disposición cinco plazas -que se ampliarían según las necesidades-. Gavela hizo hincapié en que 'esta labor lleva realizándose desde hace varios años, aunque no se había plasmado todavía por escrito'.
Con esta iniciativa 'se evita prolongar innecesariamente la estancia en el hospital de pacientes que precisan de una respuesta diferente, y se garantiza su acceso a una atención adecuada y de calidad', según explicó Eloína Nuñez.
El presidente de la Fundación San Rosendo señaló que se trata de una respuesta inmediata y temporal -mientras los trabajadores sociales no encuentran una solución definitiva- y que la fundación podrá a disposición cinco plazas -que se ampliarían según las necesidades-. Gavela hizo hincapié en que 'esta labor lleva realizándose desde hace varios años, aunque no se había plasmado todavía por escrito'.