SAN FRANCISCO

Sierra Martiñá, la calle de las grietas y parches

photo_camera Parches y grietas en el trazado de la rúa Sierra Martiñá.

"Está abandonada desde hace mucho tiempo, yo casi diría que toda la vida, es como una casa sin dueño", dice un vecino

La rúa Sierra Martiñá arranca en el barrio de San Francisco y acaba a pocos metros del colegio Amadeo Barroso, en la rúa José Nieves, ya en el barrio de Os Rosais. No mide más allá de un kilómetro. Pero transitarla en coche lleva tiempo siendo un suplicio. José Deza, un vecino de la calle, remarca que "está abandonada desde hace mucho tiempo, yo casi diría que toda la vida. Está llena de grietas y baches, sobre todo la parte hacia San Francisco. Esto es como una casa sin dueño".

Efectivamente, el firme deja mucho que desear. Los baches han sido parcheados, al punto que parecen champiñones, los hay por todas partes. Otra vecina, Carolina Álvarez, detalla que "yo llevo pasando por esta calle con el coche cerca de dos años y siempre la recuerdo así", opinión que secunda Toño Fernández, que pone el foco en otro problema. "El bus escolar que va al Amadeo Barroso tendría que dejar a los niños en el lado derecho de la calzada al ser calle de una sola dirección, con lo que tendrían que cruzar. Por eso los deja en la calle que sube y entran por el patio, donde se aparcan los coches. Eso se solucionaría poniendo doble dirección, como ya fue, o si sigue como dirección única cambiando el sentido".
Volvamos a los baches. Pablo Ricardo se afana en dejar un coche impecable. Dirige un lavadero. "Llevo

viviendo en esta calle cuatro años y he visto estallar ruedas tanto de coches como de motos. Los he visto llevarse el bordillo al esquivar los baches".

"Hace un mes vinieron a parchear, es lo que hacen, tapan el bache y hasta la próxima", recala Esther Fariñas. "Pero lo más triste es que yo esta calle nunca la he visto en condiciones. Mire la acera, está mal. Hubo una fuga de agua y quedó así", añade desde su comercio de frutería en el número 35.

Otra vecina, Antonina Espinosa, asegura que "he escuchado desde hace tiempo bastantes quejas de los badenes, que estaban demasiado altos y dañaban los coches. Luego los bajaron. Pero es verdad también que es una calle en la que se transita a mucha velocidad (pese a que hay señales que la limitan a 30 kilómetros hora). Eso y que las aceras no están bien".

Para Alfonso Pazos, presidente de la asociación Os Montes, "la solución sería asfaltarla de arriba a abajo, aunque lo veo complicado". 

Te puede interesar