La ourensana Sandra Varela Rodríguez utiliza, para la obra ganadora del primer premio de Artes Plásticas para jóvenes menores de 30 años de la Diputación de Ourense 2017, unos calendarios de Würth
La mayoría de los artistas hacen de su arte un secreto de taller. En el juego creativo no se revelan los préstamos. Ellos, como los escritores o los estilistas de moda, entre otros campos creativos. Unos y otros, sean jóvenes o mayores, elaboran sus obras en esa marmita, con la que no puede haber dispersiones o fuga de ideas. Es tras el estreno, cuando se habla... Así, la joven Elena Baltar Mojón quien, hace un par de años, aun cursando estudios, presentó en el Fashion Women de Madrid unos diseños inspirados, según reconoció, en Sargadelos. De una generación más mayor, es el artista pontevedrés Antón Sobral, quien ha realizado un ‘maridaje’ con retales de R.V., marca de moda del conocido verinés Manuel Mariño para Espacio de Arte. En la tienda ourensana está mostrando Sobral, desde el pleno ferragosto, su capacidad de mimetizar pintura y las telas del modisto, para conseguir un cálido efecto floral que se diluye en sus fotografías. Es con su reconocible estilo en sus obras de mar, cielo y libertad, donde mejor se expresa: ‘illa monterrei’, en un mar de nieblas, con un aire au Mont Saint-Michel, transcripción de su querido mar de Marín, obra que colgó en su celebrada exposición del Simeón. La decoración de las botellas de su vino y su envase, un vistoso divertimento.
La ourensana Sandra Varela Rodríguez utiliza, para la obra ganadora del primer premio de Artes Plásticas para jóvenes menores de 30 años de la Diputación de Ourense 2017, unos calendarios de Würth. En estos famosos almanaques de la conocida empresa alemana, construcción, automoción y maquinaria, todos para entornos masculinos, el punto de cruz, con el que recubre cuerpo y rostro de las tres exuberantes chicas en bañador. Con este tradicional y popular bordado femenino hace una intervención o Sutura en clave crítica de discurso de género, para hacer ‘hincapié en la sobreexposición del cuerpo femenino y su sexualización, que hoy en día se asume como normal’, según reconoció. Era un trabajo para la asignatura de escultura (sic), que aún cursa en la Facultad de BB.AA.
David ‘Catá’ es el segundo premio, un regresa al podio en el que estuvo en 2010 con sus primeras fotografías. Autor de talento, ya con recorrido en video-performance, pintura y escultura. Ahora, tras su estancia en Berlín, trae un video, Sonidos ahogados, en el que el artista de Viveiro reflexiona desde una circunstancia de salud autobiográfica, mostrando facetas nuevas caso emanadas del gran viaje.
Como ha reconocido, la obra presentada surge a raíz de detectársele otosclerosis unos años antes, con lo que los sonidos cobraron para él una nueva dimensión e importancia, con la pérdida de audición. De ahí la performance en el mar con el acordeón, cuyas ‘melodías se desvanecen entre mis dedos’.
En la plural exposición con los finalistas del concurso hay otra sugestiva obra suya, Secuelas 01, una pintura. Pilar Boullosa, con una instalación desde el diseño gráfico, y Julia Huete, tercer puesto con dos obras en punto de cruz sobre tejido de algodón deudoras del Minimal, merecen atención.
