El inicio del proyecto, que conectará la vía del AVE y la convencional, acumula tres meses de retraso respecto a los plazos de Adif
La solución provisional proyectada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) entre Taboadela y Ourense para permitir que los trenes de alta velocidad lleguen a la estación del Empalme a finales de 2019 avanza con la licitación de una de las piezas que la conforman, el ramal de conexión entre el trazado AVE y la línea convencional en Taboadela, donde concluye, por el momento, la nueva infraestructura. Adif da así luz verde a un procedimiento que llega con tres meses de retraso respecto a sus previsiones, que habían situado la tramitación del proyecto para el segundo trimestre del año, plazo que en agosto resituó en septiembre.
El Diario Oficial de la Unión Europea recogía ayer la publicación de Adif con la que arranca al plazo de presentación de ofertas por parte de las empresas que quieran hacerse con la adjudicación de los trabajos, presupuestados en 5,9 millones euros más IVA. Según consta en las condiciones, las compañías interesadas tienen hasta el 13 de noviembre para plantear sus condiciones, reuniéndose la mesa de contratación para analizar el contenido de las propuestas un mes más tarde, por lo que el procedimiento difícilmente concluirá antes de que finalice el año.
El plazo de ejecución del ramal es de 12 meses, por lo que su finalización se prevé a principios de 2019. A continuación, tendrá que montarse la vía, el tendido eléctrico y el resto de elementos necesarios para permitir la circulación de los trenes.
Otras actuaciones
El resto de actuaciones necesarias para completar el trazado provisional entre Taboadela y la estación del Empalme, a la espera de que comiencen a trabajar las máquinas en la variante exterior, ya con el visto bueno medioambiental y a la espera de que se rematen los proyectos constructivos, también están en marcha.
La siguiente actuación en ser licitada debería ser la implantación del tercer carril en el actual trazado entre Taboadela y Ourense, alrededor de 15 kilómetros. Esta obra, con un coste de unos 23 millones de euros, tiene un plazo de ejecución de 15 meses y es imprescindible para permitir la circulación de los trenes AVE, que lo hacen en ancho estándar. En este proceso, Adif también ha incumplido sus propios plazos, ya que manejaba el tercer trimestre del año para su licitación.
La solución provisional incluye también el montaje de un cambiador de ancho en la estación de Taboadela, que costará seis millones. La previsión de Adif es iniciar la contratación de las obras antes de final de año, trabajos que se prolongarán durante 12 meses. Este equipamiento es necesario para que los trenes de alta velocidad puedan continuar su camino hacia el resto de ciudades gallegas, ya que las vías que comunican con ellas no disponen del ancho estándar por el momento.
