El Ministerio de Transportes acaba de aprobar el trazado de un tercer carril en la N120 entre Ourense y Os Peares. La intervención es vital para solucionar un problema que la carretera viene arrastrando desde hace tiempo, ya que existe un tramo de unos 20 kilómetros en los que el adelantamiento está prohibido.
En concreto, la luz verde definitiva incluye tres tramos de adelantamiento que superan los cuatro kilómetros en total. Además, el proyecto contempla el acondicionamiento de dos intersecciones. Una, la que da acceso a Penalba, Luintra y Santo Estevo de Ribas de Sil; la otra, la que comunica la N120 con Melias.
Ahora que ya son firmes las características de la reforma, queda saber cómo se va a ejecutar. El siguiente paso es aprobar el proyecto de construcción. Fuentes del Gobierno aseguran que se está redactando dicho proyecto, aunque no ofrecen fechas. Sí estiman que la inversión necesaria para materializar el tercer carril se acercará a los seis millones de euros.
De los tres tramos para adelantar, dos serán en sentido Ourense y el restante, en sentido Monforte. De este modo, se acerca la solución a una vieja demanda de la comarca de Valdeorras. Los residentes en el territorio oriental deben utilizar la N120 para acudir a la capital provincial, enfrentándose a un largo tramo en el que no pueden adelantar a camiones y otros vehículos lentos.
Aun así, todavía queda una larga espera para circular por el tercer carril. La aprobación del plan constructivo y el concurso público de las obras pueden llevar meses. De hecho, este proyecto de trazado llevaba en redacción desde 2017.
El firme empeora su estado en los tramos correspondientes a la provincia de Lugo
Mientras el tercer carril avanza en su camino administrativo, el firme se deteriora cada vez más en varios tramos de la N-120 a su paso por Lugo. La comunicación entre Ourense, Monforte, Valdeorras y El Bierzo depende de estos sectores proliferados por baches.
Es el caso del recorrido comprendido entre A Pobra do Brollón y Quiroga. Cada vez hay más socavones y algunos de ellos se agrandan con el paso del tiempo. Otro tramo preocupante es el situado entre el Alto da Guítara y Os Peares. El asfalto muestra un deterioro significativo que complica la circulación en este sector, ya de por sí peligroso al estar caracterizado por una serie de curvas cerradas. Hace once días se registró la última víctima mortal en el tramo.
Los usuarios habituales de la N-120 -como taxistas, transportistas o conductores de autobús y ambulancias- llevan tiempo alertando del mal estado de la carretera.
