La Fundación Fernández Pacheco-Outeiriño formalizó la donación

Los trenes en miniatura ya son de la Diputación

Expositores de la colección de trenes, protegidos por cristales. (Foto: JOSÉ PAZ)
La Diputación se ha convertido ayer en propietaria, a todos los efectos, de la colección de trenes en miniatura de la Fundación Fernández Pacheco-Outeiriño, un conjunto de más de 4.000 piezas -de las que 2.635 están expuestas y 800 son locomotoras- a escala H0, diversas maquetas y toda una biblioteca especial centrada en el ferrocarril, con libros españoles, franceses, ingleses y suizos, fundamentalmente. La completan catálogos de los años 20 del siglo pasado de empresas fabricadoras de trenes, postales y diferente documentación relacionada con el tren.
La formalización de la donación se produjo en el despacho del presidente de la Diputación, entre su titular, José Luis Baltar, y el responsable de la Fundación, Manuel Fernández Pacheco. Al pasar íntegramente a manos de la institución provincial, será ésta la que se ocupe de su mantenimiento y gestione su apertura y la atención al público, con personal de la Diputación. Cuando hace 13 años fue cedida la colección en depósito (abriría sus puertas al público hará 10 años en 2012), la Diputación acordó otorgar 30.000 euros anuales a la Fundación y aportó las instalaciones del Centro Cultural donde se expone la colección; pero fue la propia Fundación durante este tiempo la que se ocupó de gestionar la muestra y pagar a dos empleados, que se ocupaban de su conservación y de la atención al público. En aquella cesión en depósito se contemplaba la donación definitiva que se formalizó ayer. Hace un año, Pilar Outeiriño Míguez, fallecida, ya establecía la donación de su parte en su testamento. Ayer, su esposo completaba este trámite.

La colección de trenes de la Fundación Fernández Pacheco-Outeiriño, valorada en más de 360.000 euros, es la única permanente de su categoría en España. Fue cedida en depósito a la Diputación en septiembre de 1998 y por un plazo de 15 años, pasados los cuales se determinaría el futuro definitivo de la colección, aunque la intención fue siempre la de entregarla a la institución provincial, según confirmaron fuentes del Pazo provincial.

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