VIVIENDA

La venta de viviendas facturó en el 2016 un 62% menos que en el 2007

Los 144 millones del pasado año en Ourense se superaban en un solo trimestre durante el ciclo expansivo del sector

La facturación por venta de vivienda en Ourense en la actualidad no es ni sombra del valor de las operaciones inmobiliarias realizadas en el 2007, hace por lo tanto diez años, cuando se cortó el ciclo expansivo del ladrillo. Según datos oficiales del Ministerio de Fomento, hace una década por la venta inmobiliaria los ingresos alcanzaron 379 millones de euros, pero en el 2016, ya con el discurso de la recuperación económica bien expandido, la cantidad se quedó en 143,9 millones de euros. Es decir, la caída fue del 62,3%.

Un ejemplo: el dinero ingresado por venta de vivienda durante todo el 2016 fue notablemente inferior al que se conseguía en un semestre durante la fase expansiva de las operaciones inmobiliarias. En el segundo semestre del 2007 (último del bum inmobiliario) la facturación fue de 194,5 millones de euros; es decir, en medio año las promotoras hicieron más caja que todo el pasado año. Eso sí, la tendencia sobre el 2015 fue positiva al pasar desde los 121,1 millones a los 143, 9 del 2016, si bien la perspectiva no mejora en este ejercicio.

Según Fomento, entre enero y marzo de este año las ventas sumaron 29,7 millones de euros. Hay que remontarse al tercer trimestre del 2015 para encontrar un dato peor, con 28,9 millones. Más aún: lo que se generó en el primer trimestre de este año equivale prácticamente a lo que se vendía en el mismo periodo del año 2004: 25 millones de euros.

Ourense no solo tiene dificultades para recuperar la actividad inmobiliaria sino que queda lejos de las operaciones que se formalizan en el resto de Galicia. Entre enero y marzo las transacciones realizadas supusieron 178,2 millones de euros en A Coruña, 152,3 millones en Pontevedra y 38,3 en Lugo, frente a los 29,7 de Ourense.

La venta de vivienda en la costa inclina la balanza a favor de las otras tres provincias, pero pese a esa evidencia geográfica hubo momentos en los que Ourense ganaba a Lugo. En el primer trimestre del 2006 los ingresos sumaron en la provincia vecina 79,7 millones de euros, frente a los 84,5 ingresados en Ourense. Esa circunstancia no se volvería a repetir en los años siguientes. A juzgar por la evolución, la provincia parece seguir condenada a seguir de farolillo rojo.

Transacciones de segunda mano y parálisis urbanística

"A cousa non vai ben". Eligio Nieto Lama, presidente de la Asociación de Constructores de Ourense (ACO), resume de esa forma tan gráfica la situación del sector. Los datos del Ministerio de Fomento no le cogen por sorpresa pero recuerda que las promotoras están al mínimo, no porque no haya compradores sino "porque non hai onde edificar na cidade". La falta del plan de urbanismo pone el freno de mano a un eventual ciclo expansivo de la actividad y, en palabras de Nieto, "si houbera planeamento polo menos habería uns 16 edificios de 24 e 48 vivendas na cidade, xerando uns 2.000 postos de traballo". 

Pero esa circunstancia no se da ni parece que la solución esté para pronto, como presagia el presidente de la patronal de la construcción. El plan urbanístico aún está en fase administrativa y no está garantizada la mayoría política en el Concello de Ourense para sacarlo adelante.

Mientras, la estadística de Fomento demuestra que la mayor parte de la facturación del sector se debe a vivienda de segunda mano. De los 29,7 millones de euros ingresados en el primer trimestre de este año, 24,8 millones se correspondían con viviendas usadas. La misma tendencia se ha percibido en los últimos años.

Nieto aventura que este ciclo está cambiando después de unos años en los que la vivienda usada fue un valor de refugio inversor para trasladar al mercado de alquiler. "Hai xente que quere invertir en vivenda, sobre todo en vivenda nova, porque algunhas usadas que están á venda son moi vellas e hai que gastar moito para poñelas en boas condicións", cree el representante de los constructores ourensanos. 

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