Las fiestas de Novo Barrocás, que se celebran del 3 al 6 de junio con reclamos como Panorama y Kiko Rivera, serán finalmente en un recinto vallado y con la prohibición de hacer botellón. El organizador, Juan Carlos Ferreiro, reivindicó estas condiciones de seguridad desde un principio pero el Concello de Ourense le aseguró que “no era nadie para cerrar una fiesta popular”. Tras la aglomeración sin control vivida en las fiestas de O Couto (la orquesta Panorama tuvo que parar la actuación y pedir que no entrase más público), el Concello de Ourense ha reculado con la inminente celebración de Novo Barrocás. Una semana después de negarse a cerrar el recinto, Ferreiro señala que “no solo eso, sino que tendremos el doble de espacio”.
Las fiestas de Novo Barrocás se celebrarán en la rúa Chano Piñeiro, donde en principio se iban a ubicar los conciertos pero solo en la mitad de la calle habilitada. Ahora será toda la vía la que acoja la verbena de los cuatro días, pero no se parecerá en nada a las supuestas medidas de seguridad que había en O Couto. En este caso, Novo Barrocás tendrá un recinto vallado. Hace unos años, estas fiestas ya habían recibido a más de 10.000 personas.
“Ahora tengo que trabajar a contrarreloj para conseguir las vallas, pero lo haremos. También habrá control de aforo y se prohibirá el botellón. Al final el Concello ha tragado”, dice el organizador de Novo Barrocás, que agradece ahora que el gobierno local haya entrado en razón.
Las fiestas contarán con “entre 13 y 14 vigilantes, para controlar el aforo y que haya más seguridad”. Además, se instalarán contenedores a la entrada de la zona de la verbena.
