Un grupo de ourensanos conocerá el lugar natal que dejaron atrás hace años, cuando se vieron obligados a emigrar a Argentina. Ahora, muchas de las 55 personas llegadas a la ciudad con este fin, irán a la tierra que los vio nacer

Viaje con destino a sus raíces

Parte del grupo de ourensanos que emigraron a Argentina y que ahora recorrerán la provincia. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Han abandonado la tierra que los vio nacer, Ourense, cuando apenas tenían uso de razón y, ahora, tras décadas de morriña al otro lado del Atlántico, vuelven para encontrarse con la historia que, en muchos casos, les fue arrebatada bajo el pretexto de la carestía y las dificultades.
Es la experiencia vital que identifica a la mayor parte de los 55 socios de la Casa de Ourense en Argentina que llegaron a la ciudad y que podrán cumplir su sueño de visitar la vivienda en la que nacieron o en donde pasaron su infancia.

Entre los lugares que encierran parte de las raíces que quieren descubrir se hallan localidades de Celanova, Padrenda, Verea o Pontedeva. De este último municipio se tuvo que ir Arsenio Álvarez Veloso hace exactamente 83 años, cuando corría el año 1929 y el bum emigratorio estaba en auge. Ahora, con 89 años y una vida en el país argentino, acudirá al lugar en donde conoció el mundo por vez primera. 'Nunca he podido venir, significa todo para mí, es mi tierra, mi vida', resume abrumado por la emoción.

Su testimonio, aunque con matices, es similar al de Julita Domínguez, que se vio abocada a dejar la localidad de Condado (Padrenda) hace 56 años cuando su madre y su abuela decidieron irse a Argentina al encuentro de su abuelo. Nunca más pudo volver, hasta el lunes pasado. 'Cuando aterrizamos y bajé del avión besé la tierra gallega', relata con el libro de familia español entre las manos. 'Mi madre falleció antes de venir, yo -indica-, pude llegar afortunadamente hasta aquí'.

Al frente del grupo de emigrantes que recorrerán la provincia -durante dos semanas, hasta el próximo domingo 24-, se halla Alfredo Enríquez Badas, el presidente de la Casa de Ourense de Argentina, país que da cobijo a 25.000 ourensanos en la actualidad, según indica, y para quien el viaje contribuye 'a hacer realidad el sueño de muchos emigrados que nunca retornaron'.

De este modo, precisamente, como una quimera, es como lo contempla Irene García, quien, sin embargo, ha podido visitar en más ocasiones su tierra natal, Sampil (Celanova), en donde tiene aún una casa. Con todo, no duda al afirmar que cuando viene a Ourense 'siempre es como si fuese la primera vez'.

Durante la ajetreada semana que aún les resta para volver, aprovecharán, tal y como indica Enríquez Badas, para conocer 'el potencial turístico que Ourense les brinda y que muchos no pudieron aún ver'.

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