El experto Bob Durf señala que hay más de un millón de 'apps' que no generan un solo euro

Las aplicaciones gratis para móvil, un negocio insostenible

Un usuario sostiene un móvil equipado con tecnología Android. (Foto: JAVIER LIZÓN)
El gratis total en el uso de aplicaciones móviles, como ocurre con la plataforma Android (de Google), es una fórmula de negocio insostenible: la suculenta tarta está en manos de una decena de 'apps' que absorbe el total de beneficios pero la mayoría languidece, afirma el experto tecnológico Bob Dorf.
Dorf, que asesora en la creación de 'startups' con metodología de trabajo 'Lean', con la que se busca llevar a empresas de base tecnológica planes de trabajo de acción muy simples y efectivos, propios de sectores como la automoción, acaba de visitar Madrid, donde presentó su libro 'El manual del emprendedor', en el Centro de Innovación de Opinno y MIT Technology Review.

En torno a un millón de aplicaciones móviles en el mercado gratuito no genera beneficios de ningún tipo, frente a los miles de millones que se embolsa cada una de las 'apps' del llamado 'top ten' o las diez más populares, destacó Dorf, que tiene seis empresas de base tecnológica o 'startups' a sus espaldas, y que además es asesor e inversor en otras muchas.

El mercado de las aplicaciones móviles, como cualquier otro, necesita compensar económicamente a los desarrolladores para que sus proyectos sean viables en el tiempo, lo que hace previsible grandes cambios en los modelos de negocio actuales en plataformas como Android, señaló.


PROBAR PARA COMPRAR

En el caso de una aplicación recién lanzada al mercado, este experto recomienda que 'la gratuidad sea limitada. Por ejemplo, durante el primer mes, para que el usuario la conozca, y si le gusta que se anime a comprarla'.

En su opinión, tres áreas parecen especialmente prometedoras: la comunicación, con sistemas que ajusten mejor las búsquedas en internet a lo que realmente quiere el cliente; el 'Big Data', con el análisis 'inteligente' de las ingentes cantidades de información que airean las tecnologías y redes sociales, y el comercio social.

A su juicio, ciertas aplicaciones que funcionaron muy bien en Estados Unidos tienen las puertas abiertas en Europa; por ejemplo, el servicio de taxi desde el móvil con funcionalidades extra como el conocimiento del estado de tráfico.

Asimismo, las aplicaciones relacionadas con un comercio más social, en donde los usuarios puedan darse consejos sobre las mejores ofertas, productos y servicios, con la creación incluso de comunidades virtuales.

Este emprendedor aprovechó sus palabras para dar un toque de atención a los emprendedores que se empecinan con proyectos sin ninguna posibilidad de éxito. '¿Qué sentido tiene lanzar una aplicación móvil con recetas de cocina, cuando Google ofrece diariamente y de forma gratuita montones de ellas?', dijo.

Además, añadió que 'es bastante fácil montar una empresa con base tecnológica. Antiguamente era muy costoso por el elevado precio de los ordenadores, las conexiones, la oficina pero hoy sólo se necesita un ordenador portátil, un chip para las conexiones y muy poca gente para trabajar', explicó.

Por último destacó que 'lo más difícil viene después. Lo más complicado es conseguir que el consumidor realmente adquiera nuestro producto porque el mercado de las aplicaciones es una selva en competencia'.

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