El extesorero del Partido Popular comió el pasado día de Navidad entremeses, pollo y helado, un menú muy alejado de lo habitual en sus fiestas antes de ingresar en el centro penitenciario de Soto del Real en Madrid.

Bárcenas, sin lujos en prisión

El extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas.
Embutidos, pollo asado con patatas y helado de postre. Este fue el menú que se sirvió el día de Navidad en la cárcel madrileña de Soto del Real en la que se encuentra interno el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, según informaron fuentes penitenciarias.
Estas mismas fuentes precisaron que en años anteriores era habitual un menú especial en el que se permitían ciertas concesiones como, por ejemplo, entrecot de cerdo o incluso langostinos. En ese sentido, estas fuentes apuntaron que este año se notó la crisis en el menú.

El entrante consistió en unas lonchas de queso, salchichón, chorizo y espárragos. Tan sólo se hacen excepciones en los casos de presos musulmanes y aquellos internos que precisen de comida de dieta.

Los presos tienen tres fechas especiales que se suelen reflejar con algún menú especial: Navidad, Año Nuevo y el día de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias, que se celebra cada 24 de septiembre.

La comida se incluye dentro de los presupuestos de Prisiones, si bien los alimentos pueden cambiar en función de cada cárcel. En este caso, el menú descrito fue el conocido como 'menú general' que se sirvió en los 14 módulos ordinarios así como en el de aislamiento, el de ingresos y el de enfermería. En esa prisión madrileña se encuentra también desde hace más de un año el expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, que cenó lo mismo que el extesorero del PP.

Otra experiencia nueva para Bárcenas será la de tomar las 12 uvas de Nochevieja en su celda con la única compañía de su compañero aunque es cierto que esa noche la cena suele servirse algo más tarde de las ocho y media como es habitual en la prisión.

En el menú de ese día se incluye un paquete de uvas, si bien en el momento de las campanadas los reclusos ya estarán en sus respectivas celdas. Es ahí donde la mayoría se toma las uvas siguiendo los últimos minutos del año por la radio o la televisión.

Siempre según las fuentes penitenciarias consultadas, es habitual que al entrar en el nuevo año los reclusos griten por las ventanas de sus celdas o aporreen las puertas en señal de júbilo.

Los internos de la cárcel madrileña de Soto del Real recibieron ayer la visita del cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Antonio María Rouco Varela, quien todos los años por estas fechas oficia una misa en el penal y saluda a algunos de los presos.

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