Las enfermedades cardíacas son actualmente la mayor causa de muerte a nivel global, siendo uno de los principales riesgos médicos de las personas adultas. Las principales dolencias del sistema circulatorio que causan la muerte son los infartos, los paros cardíacos, los paros cardiorrespiratorios y los ictus.
Estas enfermedades tiene todas un mismo principio pero debido a diferentes causas. En las cuatro se da un problema de oxigenación de alguna parte del cuerpo.
En el caso de los infartos una de las arterias bloquea la adecuada circulación de la sangre, por ello el corazón no es capaz de alcanzar todos los órganos del cuerpo y, al estos no estar bien oxigenados producen un fallo. Los ictus son similares, pero los motivos pueden ser más diversos, como la formación de un coágulo o la rotura de vasos sanguíneos, si cualquiera de estas razones produce un fallo en la oxigenación del encéfalo.
Los paros cardíacos y los paros cardiorrespiratorios pueden parecer los mismo pero son dos condiciones que deben ser diferenciadas a la hora de tomar medidas. Por un lado, el paro cardíaco es un fallos eléctrico del corazón, es decir, su capacidad de bombeo se ve deteriorada, debido a esto, el corazón no es capaz de bombear sangre oxigenada a los órganos del cuerpo, provocando un fallo. Por su lado, una parada cardiorrespiratoria es la interrupción súbita de los latidos del corazón y de la respiración del individuo.
Causas de una parada cardiaca y de una parada cardiorrespiratoria
Estos problemas de salud se traducen físicamente en el mismo problema, un fallo de la oxigenación de los órganos del cuerpo debido a la ausencia del bombeo de la sangre oxigenada debido a un fallo del corazón. Estos dos problemas son provocados por varios factores, habiendo algunos desencadenantes que pueden derivar en ambas posibilidades.
Las principales causas que pueden provocar un paro cardíaco son los ritmos irregulares del pulso cardíaco, es decir, las arritmias, pero en ocasiones, estos problemas pueden ser provocados por desencadenantes que producen arritmias, como el consumo de alcohol, un sobresfuerzo físico, el consumo de sustancias estimulantes como la cocaína o un consumo excesivo de café.
Por su parte, la parada cardiorrespiratoria son causadas principalmente por estímulos ajenos como puede ser un traumatismo, una electrocución, ahogamiento, asfixia, una intoxicación, estrangulación, hipotermia grave... La mayoría de los casos son debidos a un problema respiratorio que deriva en que el corazón no dispone de sangre oxigenada que bombear pero en ocasiones también puede ser producido por causas aisladas como una taquicardia, es decir, un tipo de arritmia.
Síntomas del paro cardiaco y del paro cardiorrespiratorio
Los principales síntomas asociados al paro cardíaco y al paro cardiorrespiratorio son muy similares, ambos se identifican porque la persona que los están sufriendo se queda inconsciente, sin respiración y sin pulso. Son muy difíciles de diferenciar, ya que para ello sería necesario conocer la causa que ha desencadenado el problema.
¿Cómo prevenir un paro cardiaco o un paro cardiorrespiratorio?
Hay una gran cantidad de costumbres habituales en el día a día que producen un fuerte aumento de la posibilidad de sufrir un paro cardíaco y un paro cardiorrespiratorio. Algunas de estas prácticas pueden ser fácilmente evitables reduciendo así en gran medida el riesgo de padecer uno de estos problemas.
Para prevenir los paros cardíacos es importante tener en cuenta que el tabaquismo aumenta más del doble el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca, no solo un paro cardíaco. También es recomendable hacerse revisiones para poder controlar el peso y la presión arterial. Para reducir aun más la posibilidad de padecer una de estas enfermedades es bueno hacer deporte y mantener una dieta saludable para mantener una adecuada calidad de vida.
En caso de los paros cardiorrespiratorios los principales métodos de prevención son los mismos que para los paros cardíacos añadiendo algunas a mayores, como la reducción del estrés en la medida de los posible y tener en cuenta cualquier tipo de problema respiratorio para atenderlo antes de que se agrave.
