Con las cifras de natalidad y evolución de la población española en la mano, podemos confirmar que la edad media a la que se tiene el primer hijo se ha retrasado hasta los 32 años. Así se puede comprobar en las estadísticas que dicen que ya el pasado año 2016 murieron más personas de las que nacieron.
En 2016 España registró el nacimiento de 408,384 niños, lo que supone un descenso de un 2,8% respecto del año anterior, siendo la cifra más baja de nacimientos registrados en nuestro país desde el año 2001. Si además comparamos las cifras de nacimientos del año 2008, máximo histórico en 30 años con 520.000 niños nacidos, con los de 2016, tenemos que el descenso en el número de nacimientos es de un 21,4%. Todo ello se desprende de las estadísticas del movimiento natural de población publicadas en junio de este año por el Instituto Nacional de Estadística (INE)
Sin embargo, todas aquellas mujeres que finalmente deciden quedarse embarazadas tienen las cosas muy claras y saben que el embarazo, el parto y la crianza son tareas difíciles que requieren de esfuerzo, paciencia y mucho amor.
¿Por qué se ha retrasado la edad media a la que tenemos el primer hijo?
Son muchas las teorías acerca del descenso de la natalidad en España, pero la gran mayoría de expertos apuntan al acceso de la mujer al mercado laboral y a la nueva mentalidad de los jóvenes como principal causante.
Primeramente, es de recibo decir que pocas familias españolas pueden vivir con el sueldo único de uno de los miembros de la pareja. Eso significa que ambos deben trabajar para poder hacer frente a todos los gastos mensuales y eso, claro está, supone menos tiempo para otras cosas.
Si a eso añadimos el descenso de la calidad de vida y la falta de ajuste de los salarios españoles a la nueva realidad económica, tenemos que por mucho que trabajen el hombre y la mujer, estamos en la misma situación, o peor, que cuando solo trabajaba uno de ellos. Eso significa que la falta de presupuesto es otro de los motivos por los que los jóvenes no se deciden a tener hijos antes. De hecho, también se ha retrasado la edad a la que abandonan la casa de sus padres por este mismo motivo y por el aumento de precios en la compra de vivienda habitual y en las cuotas de alquiler.
Por último, destacar el panorama de cualquier estudiante universitario que finaliza su carrera universitaria con aproximadamente 22-25 años. En ese momento, los contratos que le ofrecen las empresas para iniciar su camino en el mercado laboral suelen ser formativos y se extienden durante 1 año como mínimo. Con eso llegamos a los 26 años. En ese momento comienzan a trabajar con un sueldo bajo que suele rondar los 1.000 euros en España, con suerte y en función de las valías, experiencia, idiomas, sector de empresas y otros factores.
Con todas estas cuestiones de vida, ¿acaso no es normal que se retrase la edad media para tener el primer hijo?
Principales preocupaciones durante el embarazo
Los que finalmente se deciden a ser padres tienen que enfrentarse a la dura etapa del embarazo. Seguir un embarazo semana a semana, conocer los síntomas de cada semana de embarazo y hacer un seguimiento mediante ecografías del embrión son cuestiones fundamentales desde el primer trimestre hasta el final del embarazo.
Además, comenzar a preparar todos los accesorios y complementos que serán necesarios para adecuar la llegada del bebé, la cual cambiará su vida por completo, es más que necesaria. En este sentido, los carritos de bebe son unos de los accesorios más necesarios, pero que conllevan más preocupaciones por el hecho de saber cómo decidir el modelo a elegir.
Y es que existen cientos, o miles, de cochecitos para pasear al bebé. Los hay de todos los colores y precios, con unas características u otras. Cada pareja deberá resolver su elección valorando la calidad, las características del carrito y su presupuesto.
Crianza y educación de los hijos
Cuando pasa la etapa del embarazo y el momento del parto la única preocupación de los padres es la salud y la felicidad de su hijo. La educación y la crianza vendrán de la mano para que le pequeño adquiera los conocimientos y los valores necesarios para convivir en sociedad.
En el plano de los conocimientos es muy importante aprender a leer y la mejor forma de mejorar la lectoescritura no es otra que utilizando libros para aprender a leer y acudiendo al colegio para cursar la educación obligatoria. Pero desde casa también hay que poner unos cuantos granitos de arena y gracias a estos libros para aprender a leer podemos acelerar el proceso.
Evidentemente, antes de aprender a leer se llevan a cabo muchos otros aprendizajes que forman parte de la crianza y que son los mayores retos a los que se enfrentan los padres de esta generación y de cualquier otra.
