MALA SUERTE

¿Pero qué le pasa a las orquestas gallegas?

Ourense. 17-05-14. Sucesos. Accidente avenida de Santiago.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera El camión de la orquesta Miramar sufrió un aparatoso accidente el 17 de mayo, en el que resultaron heridas tres personas. (XESÚS FARIÑAS)

Un camión de la Panorama inmovilizado por exceso de peso, último eslabón de una cadena de infortunios en los últimos años

Galicia es tierra de orquestas. Ingrediente indispensable para cualquier fiesta popular, en estos momentos hay actualmente registradas en orquestasdegalicia.es 158 formaciones que según un estudio de la USC, llegaron a completar 5.743 actuaciones en el 2010 a lo largo y ancho de nuestra geografía.

Pero estas bandas no salen sólo en las páginas de sociedad de los medios gallegos. Con una frecuencia bastante asombrosa, últimamente hemos visto cómo ocupan también los titulares de sucesos.

El último ejemplo, este mismo miércoles, cuando la Guardia Civil dejó inmovilizado en Marín durante varias horas el camión escenario de la Panorama por exceso de peso. 

No es el único hecho protagonizado por esta orquesta. El año pasado, en la localidad asturiana de Trevías, uno de los camiones de la formación perdió una de las patas del escenario, que terminó impactando sobre cinco vehículos. En este caso no hubo unos daños personales que sí se registraron en junio del 2011 cuando una de sus cantantes, Lydia Salar, tuvo que ser hospitalizada después de precipitarse al suelo durante una actuación en Laracha. Afortunadamente, la joven sólo sufrió unas contusiones y fue dada de alta a la mañana siguiente, unas consecuencias mínimas teniendo en cuenta que la caída fue desde unos seis metros de altura al estar colgada de una estrella metálica, en una de las espectaculares escenografías marca de la casa. 

Una escenografía que, precisamente, un año antes fue completamente destruida. En lo que se señaló como el primer accidente de esta formación en 22 años de historia, una pastilla de freno recalentada acabó originando un incendio que destruyó sobre el asfalto de la AP-9  su camión escenario, considerado en ese momento el más sofisticado de Europa. 

Al igual que en la primera anécdota, nos volvemos a encontrar con el camión orquesta. Este escenario móvil, que poseen la mayoría de este tipo de agrupaciones musicales, ha provocado incidentes variados debido a sus enormes tamaño, que complica su conducción en carretera. 

Incidentes de circulación se han registrado varios en los últimos años, aunque afortunadamente sin víctimas mortales. Este mismo 17 de mayo, el camión de la orquesta Miramar sufrió un accidente en la N-525 en la salida en dirección a Monforte y Ourense centro. Tres personas resultaron heridas.

Poco más de un mes después, otra fotografía muy similar. Esta vez, le tocó a la Olympus, que en una de las rotondas de acceso a la autovía Santiago-Brión sufrió un espectacular vuelco que dejó al trailer suspendido sobre un talud en una imagen que se viralizó rápidamente en las redes sociales. 

 

Otro vuelco dejó sobre el arcén de la A-52 al camión de la Ledicia, que en agosto del 2011 tuvo un percance cuando se desplazaba para actuar en las fiestas patronales de Santa Eulalia de Bubal. No hubo heridos, y según apuntan las crónicas la actuación pudo celebrarse finalmente gracias a la colaboración de la Marimba, que les cedió su palco.

Dejando al lado los accidentes de circulación pero manteniendo el protagonismo de los trailers, otro de los sucesos en los que suele estar presente es en problemas de circulación debido a la estrechez o grados de desnivel de algunas de las vías de las localidades gallegas. 

 
Que se lo digan si no, a los habitantes de Oseira, que han visto como en varias ediciones de sus fiestas patronales los camiones de los conjuntos musicales contratados han tenido que ser remolcados por un tractor y una pala retroexcavadora en un determinado tramo en cuesta de A Ventela.  

 

Pero no siempre son los camiones los que acaparan los focos mediáticos. A veces, ese papel recae en los propios músicos. En el verano del año pasado, la Romería do Monte Castelo tuvo un final inesperado. Cuando se estaba cerrando la actuación de la Alcazar, dos de sus músicos comenzaron a pelearse entre ellos ante la mirada atónita del público, que no daba crédito a lo que estaba viendo. Incluso su director sufrió una impresión nerviosa ante estos hechos y terminó necesitando asistencia médica. La cosa no pasó a mayores, aunque en el pase de noche, uno de los músicos implicados, batería, sería reemplazado por otro, según apuntaron medios locales. 

Por el contrario, la trifulca en Carreira en junio de este año fue generada desde el exterior del escenario. En una sonada intervención, el presidente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular de Riveira, David Fernández, arrojó varios vasos de cristal y una botella al escenario de la París de Noia durante las fiestas de la Virxe da Guía. que llegaron a impactar en el pecho de uno de los músicos. El tema terminó en las portadas de las webs generalistas, y en la dimisión del autor de unos hechos que pusieron, de nuevo, a una orquesta como trending topic en Twitter.

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