Malestar en el país ante la llegada de facultativos contratados por el Gobierno de Dilma Rousseff

Los médicos brasileños no aceptan colegas extranjeros

Alexandre Padilha. (Foto: FERNANDO BIZERRA)
La llegada a Brasil de los primeros médicos extranjeros contratados para paliar la pésima atención en la salud pública ha exacerbado el rechazo de los colegios profesionales del país, que amenazan con denunciar a sus colegas ante la policía por un supuesto 'ejercicio ilegal de la profesión'. El desprecio que los colegios de médicos han mostrado frente a los extranjeros que empezaron a llegar al país el viernes y lo seguirán haciendo el fin de semana, ha llegado a avergonzar a algunos profesionales que aceptaron la oferta hecha por el Gobierno de Dilma Rousseff.
'Por favor, no me reciban mal. El Gobierno brasileño pidió ayuda y vine', declaró a periodistas la noche del viernes el español Rafael de Quinta Fruto, de 59 años y cuya esposa es brasileña. Quinta Fruto llegó a la ciudad de Recife, explicó que tenía trabajo en España, incluso con un salario mejor al que se le ofrece en Brasil, pero quiso complacer a su esposa, que deseaba volver a su país. 'Vivió doce años conmigo en España. Quería volver y he decidido complacerla. Vine por amor. No me reciban mal', declaró el médico, quien si aprueba unos exámenes de portugués y otros propios de su profesión trabajará en una empobrecida zona del estado de Pernambuco.

Según el Gobierno, una de las razones de las deficiencias en la atención denunciadas en las masivas manifestaciones de es la escasez de personal cualificado, sobre todo en las zonas más pobres, en las que los médicos brasileños se resisten a trabajar. Brasil tiene una tasa de 1,8 médicos por cada 1.000 habitantes, bajísima en relación a otros países (3,7 en Uruguay, a 3,2 en Argentina o 4 en España).

El ministro de Salud, Alexandre Padilha, salió al paso de las amenazas y aseguró que los médicos extranjeros tienen una total 'garantía jurídica'. Según Padilha, las críticas que permitan mejorar el programa son 'bienvenidas', pero no así 'las amenazas, que son contra la salud de la población que no tiene médicos'.


SALARIO: 3.000 EUROS

La contratación de galenos de otras naciones fue anunciada en julio pasado y se restringe a las zonas más remotas y pobres de Brasil. Mediante ese programa, se abrieron 15.460 plazas en la red de salud pública, pero sólo se presentaron poco más de mil aspirantes brasileños y los puestos restantes fueron ofrecidos en el exterior.

Hasta ahora fueron contratados 244 médicos graduados fuera de Brasil, de los cuales 145 son extranjeros y los 99 restantes son brasileños que estudiaron en el exterior. El salario ofrecido por el Gobierno brasileño es de 10.000 reales (unos 3.000 euros) al mes.

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