'El secuestro me hizo reflexionar, el mundo no es tan maravilloso como imaginaba', dice la joven

Natascha Kampusch: 'Es difícil reconstruir mi vida'

Natascha Kampusch, ayer en Madrid. (Foto: PACO CAMPOS)
Natascha Kampusch, la joven austríaca que en 2006 se dio a conocer en todo el mundo por haber permanecido secuestrada durante ocho años, aseguró ayer en Madrid que 'reconstruir' su vida está siendo una labor 'difícil' y que todavía tendrá que pasar mucho tiempo hasta que pueda abandonar la terapia. 'El secuestro me hizo reflexionar, me costó digerirlo y cuando lo interioricé vi que el mundo no era tan maravilloso como imaginaba y que también hay cosas muy malas ahí fuera', declaró. Con los ojos tristes y la mirada perdida, Kampusch, de 23 años, presentó ayer el libro '3.096 días', que comenzó a escribir un año y medio
'El secuestro me hizo reflexionar, me costó digerirlo y cuando lo interioricé vi que el mundo no era tan maravilloso como imaginaba y que también hay cosas muy malas ahí fuera', declaró. Con los ojos tristes y la mirada perdida, Kampusch, de 23 años, presentó ayer el libro '3.096 días', que comenzó a escribir un año y medio después de su 'autoliberación' y en el que relata su secuestro y la relación con su captor, Wolfgang Priklopil, un trabajador de Siemens con una aparente vida normal.

'Escribir este libro me ha servido de terapia, pero también ha sido doloroso. Mi coautora y yo necesitábamos tomarnos pausas de vez en cuando, a veces de una semana, para digerirlo. Había momentos en los que teníamos los nervios deshechos', explicó la joven en una entrevista con varios medios.

Sin entrar en detalles escabrosos, el libro, traducido a más de 30 idiomas y publicado ya en 15 países, refleja el maltrato físico y psíquico al que fue sometida Natascha, víctima de humillaciones y palizas continuadas y también de 'pequeños abusos sexuales', tal y como relata ella misma en uno de los capítulos. 'Cuando estaba encerrada ya pensaba en escribir lo que me estaba sucediendo, sólo para mí. Pero no encontré la fuerza, pensaba que lo que estaba viviendo ya era suficientemente duro', indicó la joven.


RECOGIDO EN UN LIBRO

Fue tiempo después de conseguir liberarse de su 'amo', 'maestro' o 'señor', como al secuestrador le gustaba que le llamara, cuando volvió a surgir la idea del libro. 'Pensé entonces que ya había tomado la distancia justa, la que me permitía estar por encima de los acontecimientos, pero a la vez tenerlos frescos', explicó. Olvidar no es fácil para una joven como Natascha, que reconoce sufrir 'fobia social', y que no es capaz de 'digerir muchas situaciones de la vida diaria, los miedos, las precauciones, el saber recibir las reacciones de otras personas o comprenderlas'. Asegura que el secuestro le hizo 'más fuerte, más consciente' de sí misma', aunque al instante duda: 'Puede que también me hiciera más vulnerable. Como todo el mundo necesito de vez en cuando pasar por fases en las que me pueda regenerar'.

Los años sin ver el sol encerrada en el zulo del barrio vienés de Strasshof terminaron con sus sueños de la infancia, como el de ser actriz. 'Ya no creo que quiera serlo, no está hecho para mí porque es una profesión que requiere contacto con otras personas y mucho trabajo con las emociones', indicó la joven. La actual Natascha Kampusch tiene otros planes, 'y muchos', como el de financiar un centro de salud en Sri Lanka para niños, o quizá con su libro 'pueda ayudar a otras niñas que han pasado por una situación parecida a la mía'. Y añadió: 'Tengo muchas ideas, tantas que no hay lugar para las que me quieran imponer otros'.

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