Investigadores de la Universidad y jóvenes inquietos centran las solicitudes ourensanas de patentes

Ourense, tierra de inventores

Yhordy Domínguez.
A través de la Oficina de I+D de la Universidad de Vigo se presentaron este año dos solicitudes de patente para trabajos relacionados con la obtención de productos prebióticos a partir de pulpa de remolacha azucarera y de antioxidantes en las vinazas de alcoholera de vino. Pero hay más pendientes de concesión porque, al final, son los académicos y los jóvenes inquietos -los la Universidad Laboral y Guillelme Brown lo saben bien- los que copan las solicitudes ante la Oficina Española de Patentes y Marcas.
En los diez primeros meses de 2008, el Campus de Ourense presentó dos solicitudes de patente a la Oficina Española de Patentes y Marcas a través de la Oficina de I+D de la Universidad de Vigo. Se trata de dos investigaciones en las que han colaborado un equipo de profesores integrado por Andrés Moure, Herminia Domínguez, Carlos Parajó, María Jesús González Muñoz, Beatriz Díaz, Enma Conde, María Jesús Conde, Noelia González, Argimiro Levoso, Manuel Castro y Emilio Vidal en un proyecto de ‘Procedementos de recuperación de compostos antioxidantes presentes en vinazas de alcoholera de viño’ y, otro, formado por José Luis Alonso González, Juan Carlos Parajó, Beatriz Gullón, Martina Mártinez, Gil Garrote y Remedios Yáñez trabajando en un ‘Proceso para a obtención de produtos con poder prebiótico a partir de pulpa de remolacha azucarera’.

Sus trabajos no son más que un ejemplo de las 14 solicitudes presentadas ante la propia Oficina Española de Patentes y Marcas, procedentes de Ourense este año, que sitúan a la provincia por encima de Lugo (seis solicitudes) aunque por detrás de A Coruña (65 solicitudes) y Pontevedra (60 solicitudes).

Los más activos

A través de la Oficina de I+D de la Universidad de Vigo se cursaron múltiples solicitudes de patentes desde 1994, la inmensa mayoría (un total de 57) ya concedidas. Pero son los campus de Vigo y Pontevedra, donde hay más volumen de académicos y especialidades, los que mayor volumen de peticiones registran seguidos del de Ourense. En total, entre 11 y 15 solicitudes por año.

Entre la lista de las ya concedidas se encuentran algunas en las que han colaborado profesores de Ourense como Lorenzo Miguel Pastrana, que logró la preciada exclusiva por el procedimiento alcanzado para la obtención de una aguardiente de castañas; otro profesor universitario, Javier Rodeiro, la consiguió, lo que quiere decir que su investigación con éxito fue pionera, por un sistema redutor de la concentración de CO2 en ambientes cerrados y por un dis positivo de interacción táctil de elementos no textuale para personas con deficiencias visuales. Asimismo, Luis Romaní patentó un ‘imán superconductor; Gerardo Domarco un dispositivo reductor de la corriente persistente que circula por un anillo superconductor o una bobina superconductora curtocircuitada. También la logró por una suspensión híbrida de anillo superconductor y barra de mate rial ferromagnético. Todas suponen avances de tipo técnico en diferentes trabajos de ingeniería y mecánica.

A su vez, Francisco Rodríguez patentó, tras realizar múltiples investigaciones, una ‘funda de protección de bandas magnéticas de tarjetas frente a ondas electromagnéticas’, que permite protegerlas de posibles interferencias que desembocan después en copias irregulares.

Agua de As Burgas para detergente

Juan Pablo Fuciños es uno de los profesores que integran el equipo de trabajo al que se le concedió una patente por un ‘Procedemento para a obtención de enzimas termofílicas con actividade lipolítica de microorganismos do xénero Thermus’. Junto a él trabajaron en el laboratorio Marisa Rúa, Lorenzo Pastrana, Asunción Longo, Alberto Domínguez y Ángeles Sanromán. Considera su investigación ‘interesante para la industria farmacéutica, la producción de detergentes o los biocombustibles. Empleamos aguas geotermales como la de As Burgas como medio de cultivo para la obtención de enzimas como las lipasas, utilizadas en estos sectores industriales’, explica Fuciños. Su compañera, Marisa Rúa, añade que ‘la concesión de una patente resulta estupenda porque se valora curricularmente y además tiene aplicación si hay una empresa interesada’.

Base de conexiones eléctricas

Yhordy Domínguez estudia primero de Carrocería en la Universidad Laboral. En junio de este mismo año consiguió el primer premio de la sexta edición del certamen ‘Galicia Innovación Junior’ por su invento de una base múltiple para conexiones eléctricas. Además de un ordenador, la organización puso en marcha los trámites de solicitud de una patente sobre su invento por si el joven decide llevarla adelante. Yhordy Domínguez participó ahora en Galiciencia y en el Auditorio fueron muchos los que le animaron a patentar su proyecto. ‘Me hace ilusión que el esfuerzo que realicé pueda ser útil para la gente y además mi padre se muestra interesado prestándome su apoyo económico para ello’. En el mismo certamen, Margarida Rodríguez, de As Lagoas, consiguió el segundo puesto por un avisador de turbidez del agua. También se plantea la posibilidad de una patente.


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