Benedicto XVI dijo hoy que el cuerpo humano es el lugar donde el espíritu puede habitar y que por ello se entiende que 'nuestros cuerpos no son materia inerte, pesada sino que hablan del lenguaje del amor verdadero'.
Ante los miembros del Instituto Pontificio Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, el Pontífice se refirió a la desnudez pintada por Michelangelo en la Capilla Sixtina del Vaticano y abogó por conjugar 'la teología del cuerpo con la del amor para encontrar la unidad del camino del hombre'.
El papa Ratzinger subrayó que los cuerpos desnudos pintados por Michelangelo son espirituales, están llenos de luz, vida y esplendor.
'Quiso mostrar que nuestros cuerpos esconden un misterio y que en ellos el espíritu se manifiesta y trabaja. Están llamados a ser cuerpos espirituales', señaló el Obispo de Roma, que subrayó que el cuerpo 'es el lugar donde el espíritu puede vivir' y que 'no son materia inerte, pesada, sino que hablan del lenguaje del amor verdadero'.
Benedicto XVI manifestó que la carne, recibida de Dios, está llamada a posibilitar la unión del amor entre un hombre y una mujer y a transmitir la vida.
El papa destacó la virtud de la castidad y dijo que en ese contexto de la maduración del amor, la castidad 'no es un no a los placeres y a las alegrías de la vida, sino el gran sí al amor como comunicación profunda entre las personas, que necesita tiempo y respeto, como camino hacia la plenitud y como amor capaz de generar vida y de acoger generosamente la vida nueva que nace'.
Benedicto XVI dijo también que es verdad que el cuerpo contiene también un lenguaje negativo: 'nos habla de la opresión del otro, del deseo de poseer, de aprovecharse, pero sabemos que ese lenguaje no pertenece al diseño originario de Dios, sino que es fruto del pecado'.
El Pontífice manifestó que la familia es el lugar donde la teología del cuerpo y la teología del amor se entrelazan y en ella el hombre 'se descubre como hijo, esposo y padre, en ella recibe de los otros y se dona a los otros'.
El papa Ratzinger subrayó que los cuerpos desnudos pintados por Michelangelo son espirituales, están llenos de luz, vida y esplendor.
'Quiso mostrar que nuestros cuerpos esconden un misterio y que en ellos el espíritu se manifiesta y trabaja. Están llamados a ser cuerpos espirituales', señaló el Obispo de Roma, que subrayó que el cuerpo 'es el lugar donde el espíritu puede vivir' y que 'no son materia inerte, pesada, sino que hablan del lenguaje del amor verdadero'.
Benedicto XVI manifestó que la carne, recibida de Dios, está llamada a posibilitar la unión del amor entre un hombre y una mujer y a transmitir la vida.
El papa destacó la virtud de la castidad y dijo que en ese contexto de la maduración del amor, la castidad 'no es un no a los placeres y a las alegrías de la vida, sino el gran sí al amor como comunicación profunda entre las personas, que necesita tiempo y respeto, como camino hacia la plenitud y como amor capaz de generar vida y de acoger generosamente la vida nueva que nace'.
Benedicto XVI dijo también que es verdad que el cuerpo contiene también un lenguaje negativo: 'nos habla de la opresión del otro, del deseo de poseer, de aprovecharse, pero sabemos que ese lenguaje no pertenece al diseño originario de Dios, sino que es fruto del pecado'.
El Pontífice manifestó que la familia es el lugar donde la teología del cuerpo y la teología del amor se entrelazan y en ella el hombre 'se descubre como hijo, esposo y padre, en ella recibe de los otros y se dona a los otros'.
