Un proyecto gallego trabaja en una draga respetuosa con el medio ambiente y más económica

El objetivo es que el astillero Nodosa sea 'punta de lanza' al dedicarse a la construcción de dragas ecológicas
Un proyecto que involucra a empresas gallegas, a las universidades de A Coruña y Vigo y al Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar) trabaja en una draga especializada para depósitos finos contaminados que permita realizar unos trabajos respetuosos con el medio ambiente y más eficientes y económicos.

La iniciativa se denomina Ecodraga y ha sido presentada este martes en la sede del Cetmar. En ella participan las empresas CIS -consultora-, la firma de dragados Canlemar y el astillero Nodosa, cuatro grupos de investigación universitarios y el Cetmar, con el objetivo de que la nueva draga pueda ser una realidad en unos dos años.

Uno de los representantes de CIS (Centro de Investigaciones Submarinas), Carlos Durán, explicó que el proyecto nació a raíz de una iniciativa anterior mediante la que esta empresa logró dos patentes para las dragas. De esta forma, estas 'ideas en el papel' pasarán ahora a materializarse, primero en prototipos y luego en una draga real.

Durán indicó que a lo largo de tres años se estuvieron analizando los problemas que tienen las dragas y que básicamente son de tipo medioambiental, pues se ha detectado que en su funcionamiento se produce una dispersión en el mar de los sedimentos finos, y con ellos, los contaminantes.

Por ello, en el primer proyecto desarrollado por esta firma se diseñó un circuito cerrado del agua que entra en la cántara de la draga, para evitar que salga de nuevo al mar y expanda los contaminantes. Además de esta invención que permite reducir la turbidez, también se patentó en el marco del primer proyecto un método de gestión de los residuos, con puntos de vertido que se aíslan en el fondo marino y se sellan.

Ahora, las empresas e instituciones implicadas en el proyecto Ecodraga van más allá, a fin de trasladar a la realidad -mediante soluciones de ingeniería- estos proyectos iniciales de CIS. El objetivo último, según explicó Carlos Durán, es que Nodosa pueda ser 'punta de lanza' y se dedique a la construcción de dragas ecológicas, siendo referente mundial en este ámbito.

Los trabajos no sólo permitirán beneficios de tipo medioambiental, sino que también se espera mejorar los rendimientos de las dragas y, así, que el proceso sea más barato. 'La idea es que el señor que va en la draga vea el fondo marino y sepa cómo se está dragando', explicó Durán.


PROTOTIPOS

Actualmente, ya se ha construido un prototipo a escala de cántara ecológica que evite reboses del agua, para realizar las primeras pruebas y corregir problemas.

Una vez se tenga esta parte, en el primer trimestre de 2013 se espera trabajar con un prototipo de circuito cerrado, de forma que, a final de ese año, quede resuelto todo el trabajo de campo y se pueda comenzar con las labores de construcción a tamaño real.

Así, en Nodosa se procederá a convertir una de las dragas que actualmente tiene Canlemar en una ecológica, la cual se espera que pueda estar lista en 2014. A partir de ahí, el objetivo último es que este astillero pueda dedicarse a la construcción de dragas ecológicas y, desde Galicia, se pueda poner en el mercado esta tecnología única.

Este proyecto cuenta con un presupuesto total de 3 millones de euros -de fondos Innterconecta- y, además de la participación de las tres empresas, cuenta con la colaboración de los grupos de Procesado de Imagen y Realidad Virtual, Sonitum y el Centro de Ingeniería Mecánica y de Automoción, todos ellos de la Universidade de Vigo; y del Grupo Integrado de Ingeniería de la de A Coruña.

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