Un urogallo en celo sorprende a los vecinos de Tarna

Un vecino del pueblo observa el urogallo. (Foto: J.L. Cereijido)
Un ejemplar de urogallo cantábrico en celo, de tres años, ha sorprendido esta semana a los vecinos de la localidad asturiana de Tarna, en el Parque Natural de Redes, al pasearse impasible por las calles del pueblo ante la mirada incrédula de los lugareños.
Este ejemplar de urogallo, especie en peligro de extinción y que por su actitud ha sido bautizado por los técnicos del parque con el nombre de ‘Mansín’, ya se ganó la popularidad de vecinos y curiosos el año pasado cuando visitó varias localidades del mismo concejo.

Este año, el urogallo cruzó la frontera con León y hace diez días fue capturado en el pinar de Lillo e identificado por miembros de la guardería de Castilla y León, con el objetivo de garantizar su control mediante un sistema de radio-marcaje.

El alcalde de Caso, Elías Rodríguez, ha ironizado que ‘quizá el animal esté reclamando al Principado el centro de cría’.

El primer edil ha hecho referencia a un proyecto que anunció la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural para esta primavera y que se enmarca dentro de los proyectos del Parque de la Fauna de Redes-.

‘Lo cierto es que yo peino alguna cana y es la primera vez que veo un hecho similar’, ha comentado.

Según declaraciones del catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo, José Ramón Obeso, no es fácil determinar las razones que pueden llevar a un urogallo a acercarse a núcleos de población, ‘pero se ha constatado que esta actitud sólo es frecuente en poblaciones en riesgo’.

Así, ha explicado que la primera de las hipótesis apunta a la necesidad del ejemplar, macho o hembra, de exhibirse y buscar relaciones sociales entre los humanos, obligado por la ausencia de congéneres en su hábitat.

Otra hipótesis, señalada por este experto, se basa en un posible trastorno de conducta que les hace alejarse de su entorno en cualquier época del año.

‘Lo único que está claro es que este tipo de comportamientos no se da en poblaciones con un buen estado de salud, sino en especies en una situación de claro declive’, ha subrayado.

Entre las razones que justifican la amenaza de extinción están la reducción de su hábitat como consecuencia del cambio climático, la invasión humana de su hábitat y la competencia por el alimento con otros animales herbívoros como las vacas y los ciervos.

Según la Sociedad Española de Ornitología, el urogallo cantábrico es uno de los símbolos más emblemáticos del bosque atlántico y un indicador del estado de conservación del mismo.

En los últimos cinco años, la especie está sufriendo un declive muy severo que ha supuesto la pérdida de un tercio del área de distribución de la especie en la Cordillera Cantábrica, que se suma a la pérdida de aproximadamente la mitad del área de asentamiento en las últimas dos décadas.

En la actualidad, los urogallos habitan los bosques de roble en Asturias, los pinares y abedulares en León, y los acebales y hayedos en Cantabria, con una situación más crítica en el oriente que en el occidente.

Hacia finales de abril comienza el celo y los machos se pavonean con la cola en alto y alas caídas mientras emiten su extraño canto.

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