Inazuma Eleven 2: El fútbol vuelve a disfrazarse de RPG

Foto: NINTENDO
Hace un año Inazuma Eleven debutó en España. Una franquicia de Level 5 que en poco tiempo se ha convertido en todo un fenómeno entre los más pequeños.
Del videojuego a una serie de animación, pasando por películas, ahora recibimos -de nuevo con un importante retraso- una nueva entrega para Nintendo DS de las aventuras futboleras de Mark Evans y compañía.

Lo mejor:

- Los partidos siguen siendo igual de divertidos y entretenidos. Especialmente los de once contra once.

- El infravalorado modo multijugador, ideal para jugar con amigos pero sólo en local.

Lo peor:

- La historia, para ser de Level 5, es algo floja para el nivel al que nos tienen acostumbrados.

- Los jugadores que podemos fichar son prácticamente los mismos que en la primera entrega.


Inazuma Eleven 2 nos sitúa tras los hechos de la primera entrega. Tras haber ganado la última edición del Football Frontier un equipo misterioso, la academia Alius, aparece en escena. Su objetivo: en apariencia sembrar el caos destruyendo institutos de secundaria a base de fútbol. De acuerdo, la idea no es precisamente verosímil.

Sin embargo, se sostiene lo suficientemente bien como para llevarnos por toda Japón y reclutar a diferentes estrellas para derrotar a esta misteriosa amenaza. Es Level 5 y un universo donde el fútbol lo es todo, no tiene más explicaciones aunque es cierto que en algunos momentos crea algo de rechazo; pero funciona. Todo sea dicho.

En este caso Level 5 ha decidido lanzar dos versiones de Inazuma Eleven 2 al más puro estilo Pokémon. La principal diferencia radica en uno de los equipos a los que nos enfrentamos al final del juego y unos cuantos jugadores exclusivos que podemos reclutar.

Al igual que en la anterior entrega, vuelve la apuesta por esa singular mezcla entre el rol y el fútbol. No es un juego deportivo, pero tampoco es un RPG a la usanza. La fórmula funciona muy bien: vamos moviendo a nuestros jugadores con el stylus mientras realizamos técnicas de todo tipo para atacar y defender.

Para darle un soplo de aire fresco a este planteamiento, Level 5 introduce dos elementos: los tiros desde larga distancia y la posibilidad de usar un jugador de campo para bloquear un disparo antes de que lo haga el portero. Opciones que no influyen demasiado en el desarrollo pero que aportan suficiente variedad.

Por lo demás en este aspecto pocas novedades. Los partidos de once contra once son sumamente divertidos. No son los que más abundan ya que éstos, si hacemos una analogía con los juegos de rol, se corresponden con los combates contra jefes. Los más habituales son las pachangas que, siguiendo con el ejemplo, son como los combates aleatorios contra enemigos inferiores.

Más allá de los partidos, la historia se desarrolla como en anteriores ocasiones. Controlamos a un grupo de cuatro jugadores con el que nos desplazamos por diferentes mapas para progresar, comprar objetos, subir de nivel y fichar nuevas estrellas para nuestro equipo. Gracias al hecho de que la trama está hilada a través de un viaje, la variedad de los escenarios es mayor que en el original.

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