Cruzan el cielo y nadie sabe qué son. Algunos se presentan como luces que cambian de color, otros como "cigarros" según los testimonios de gente que asegura haberlos presenciado. Su trayectoria es errática e imposible para el ingenio humano, y de unos pocos incluso descienden extraños visitantes. Los Objetos Voladores No Identificados (OVNI) bien merecen su propio día, y es hoy, el 2 de julio.
Galicia no se libra del fenómeno, y a lo largo de la geografía gallega se tiene constancia de diversos casos que nadie pudo resolver. Alguno incluso en la montaña ourensana. Quizá te quiten el sueño.
Encuentro en la tercera fase en Chandrexa de Queixa
Un caso interesante sucedió en febrero de 1997 en Paradaseca, aldea perteneciente al concello ourensano de Chandrexa de Queixa, en la comarca de Trives. Un pastor había sacado su ganado a primera hora de la tarde. No esperaba lo que iba a suceder a continuación.
Sus perros comenzaron a ladrar a algo que se encontraba a sus espaldas. Él pensó en lobos. Pero al darse la vuelta se topó con dos seres altos, de tres metros, "siameses" y que según su descripción llevaban "sombreros de obispo luminosos". Quedó aterrorizado y apenas pudo comer ni salir de casa en varios días.
Un testigo de Casteligo (también de Chandrexa) indicó que en aquel momento pudo observar una luz roja estática, que no humeaba, sobre las copas de unos árboles, aunque por la distancia no pudo comprobar la presencia de los seres.
Una nave en Friol: "Eran como monos"
Otro misterioso caso sucedió en 1996 en la parroquia de Vilalvite, en el concello lucense de Friol. Un vecino aseguró que una esfera luminosa había descendido frente a su casa, bajándose de ella "cinco o seis" humanoides de los cuales tres "saltaban, eran como monos", según declaró al periódico El Progreso en su momento.
Les gritó para que bajasen de la nave. En su relato afirmó haber acudido a la casa de su hermano, que le restó importancia al incidente ya que creía que se trataba de las luces de alguna discoteca. Por la mañana aún se podían observar unas misteriosas huellas, supuestamente pertenecientes a las misteriosas criaturas.
El ovni en Becerreá de 1969
Un expediente desclasificado del Ejército del Aire recogía un avistamiento ovni que se produjo en Becerreá en 1969. El testigo circulaba por la N-VI por el concello localidad lucense, en un tramo señalizado como "Vista Pintoresca", cuando observó la presencia del objeto.
Se apeó del vehículo y vio una aeronave -según él tripulada- de "cinco o seis metros". "Su forma parecía redonda, de un diámetro más o menos de dos metros con una punta terminada en forma de obús y la otra era plana, estaba en su totalidad iluminada por una luz fantástica", dice la misiva del testigo que envió a los militares.
Avistamientos de militares en el Barbanza
En el Acuartelamiento Aéreo de Barbanza (EVA 10), situado en Noia, también se produjeron contactos visuales con este tipo de fenómeno. Aunque posteriormente se sugirió que podían deberse a fenómenos naturales como meteoritos, lo cierto es que la descripción que se daba no casa completamente con esta teoría.
En 1989 la Guardia Civil llamó a la base alertando de "un objeto lenticular" que poseía varias luces y que sostenía una trayectoria ascendente. También en 1993 se avistó otro ovni en el acuartelamiento. En esta ocasión se elaboró un informe de más de 100 páginas analizando lo ocurrido.
¿Quiénes (o qué) eran?
Mucho se ha especulado acerca del origen de estos objetos. Lo que algunos se toman muy en serio para otros es motivo de burla, pero es un tema que siempre ha estado ahí. Aunque muchos teóricos de la conspiración defienden que se trata de auténticos extraterrestres, los escépticos consideran que se puede tratar de fraudes, fenómenos naturales malinterpretados, globos meteorológicos o incluso alucinaciones.
El Pentágono de Estados Unidos, que desclasificó recientemente vídeos de ovnis, sacó a la luz la semana pasada un informe remitido al Senado. En él se considera la posibilidad de que se trate de tecnología avanzada desarrollada por otros países. Aún así, reconocen que hay fenómenos cuyo origen no ha podido ser identificado.
