Los más de 200 controles de velocidad realizados en O Barco en las últimas dos semanas se saldaron con cinco conductores multados por superar los 50 kilómetros por hora de velocidad máxima permitida.
El anuncio lo realizó ayer el alcalde, Alfredo García Rodríguez, aunque añadió que los vehículos no circulaban a una velocidad exagerada, pues sus velocímetros les marcaron entre 62 y 65 kilómetros por hora. 'Estamos haciendo controles en todo el pueblo con el radar de la Dirección de Tráfico que compartimos con Carballiño y Verín', dijo el alcalde. También remarcó que el Concello únicamente pretende que los conductores circulen a una velocidad prudente. 'No tenemos intención de multar', aseguró.
El alcalde no es el único preocupado por la velocidad excesiva de algunos vehículos. También ciertos sectores vecinales le transmitieron sus quejas. Los últimos fueron los de la Urbanización La Cerámica, por cuyas calles los vehículos van demasiado rápido. Para poner fin a esta situación y evitar el posible peligro del tráfico para los residentes, el alcalde planteó cerrar el paso por el acceso desde la carretera N-120, que algunos conductores utilizan como atajo.
Otro método para poner fin a la excesiva velocidad de los vehículos es la construcción de pasos de cebra elevados. Esta opción fue la elegida para la calle Ramón y Cajal.
ESTACIONAMIENTOS
El alcalde también se refirió a las zonas asignadas al estacionamiento de camiones. Los trailers podrán seguir usando el parking próximo a la Casa Río Cigüeño y el tramo de la Avenida del Bierzo comprendido entre el acceso a la N-120 y la urbanización La Cerámica. Además, podrán dejarse en la Avenida de Galicia, aunque sólo a la derecha. 'La margen izquierda debe quedar libre para evitar problemas a la salida de la urbanización y para que los muchos paseantes no vayan entre camiones', dijo el regidor, quien anunció que Cedie cederá en breve al Concello la calle que construyó en esta zona.
El alcalde no es el único preocupado por la velocidad excesiva de algunos vehículos. También ciertos sectores vecinales le transmitieron sus quejas. Los últimos fueron los de la Urbanización La Cerámica, por cuyas calles los vehículos van demasiado rápido. Para poner fin a esta situación y evitar el posible peligro del tráfico para los residentes, el alcalde planteó cerrar el paso por el acceso desde la carretera N-120, que algunos conductores utilizan como atajo.
Otro método para poner fin a la excesiva velocidad de los vehículos es la construcción de pasos de cebra elevados. Esta opción fue la elegida para la calle Ramón y Cajal.
ESTACIONAMIENTOS
El alcalde también se refirió a las zonas asignadas al estacionamiento de camiones. Los trailers podrán seguir usando el parking próximo a la Casa Río Cigüeño y el tramo de la Avenida del Bierzo comprendido entre el acceso a la N-120 y la urbanización La Cerámica. Además, podrán dejarse en la Avenida de Galicia, aunque sólo a la derecha. 'La margen izquierda debe quedar libre para evitar problemas a la salida de la urbanización y para que los muchos paseantes no vayan entre camiones', dijo el regidor, quien anunció que Cedie cederá en breve al Concello la calle que construyó en esta zona.
