Las fluctuaciones del caudal del Sil a su paso por O Barco alarmaron a los barquenses. En las últimas semanas, en un mismo día, pasa de 6 a 70 metros cúbicos por segundo en apenas unas horas, llegando a alcanzar los máximos hasta dos veces en una misma jornada. Estas variaciones del agua no sólo merecen numerosas quejas de piragüistas, bañistas y vecinos en general, también pusieron en alerta a los colectivos ecologistas por los daños que pueden ocasionar en su fauna y en la vegetación.
Xoán Carlos Fernández, que está al frente de la delegación ourensana de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega), advirtió de que la fluctuación del nivel del agua repercute muy negativamente en la fauna del río. 'As variacións do caudal alteran a temperatura da auga. Se as presas deixan moi pouco caudal sube, e se botan máis auga baixa. Afecta á vida dos microorganismos e repercute moi negativamente na cadea alimentaria', explicó.
En el Concello también preocupan los bruscos cambios de nivel del río. El concelleiro de Medio Ambiente, Sanidade e Educación, Aurentino Alonso, coincidió en resaltar sus efectos negativos. 'O peor é a fauna. Cando soltan a auga, arrastra aos animais que viven á beira do río', dijo Alonso. Además, resaltó que cuando el nivel baja sobre la superficie del agua aparece una espuma de origen desconocido, que se marcha cuando el Sil vuelve a crecer.
Aurentino Alonso desconoce la causa de las fuertes oscilaciones del caudal del río, aunque desconfía que detrás puedan estar las labores que empresas eléctricas como Iberdrola desarrollan en las centrales de generación de electricidad ubicadas río arriba. En todo caso, aseguró que mañana, lunes, se dirigirá a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para conocer las causas.
PESCADORES
Los pescadores de la Sociedad de Pesca de Valdeorras también protestan por las periódicas subidas y bajadas del nivel del Sil, que repercute muy negativamente en el número de capturas. 'A pesca móvese e cando sube e baixa o río os peixes desaparecen', comentó un directivo, José Manuel Fernández.
La respuesta de la Hidrográfica a una queja que recientemente realizaba un piragüista de O Barco apunta a las empresas de generación eléctrica como las causantes de los bruscos cambios de caudal del río, unas variaciones que en algunos casos podrían no respetar el caudal ecológico establecido para preservar su fauna y vegetación. El organismo responsable de la cuenca explicó así que las labores de conservación realizadas en las centrales son las que provocan las criticadas fluctuaciones.
La contaminación del agua se suma al conflicto
La polémica generada por los bruscos cambios del caudal del Sil en el tramo de O Barco no es la única surgida este verano en torno al afluente del Miño. En la primera semana de agosto, los usuarios de la playa fluvial del Malecón barquense tuvieron que conformarse con tomar el sol durante varios días. La contaminación microbiológica detectada en sus aguas obligó al Concello a prohibir el baño. Este caso de contaminación coincidió con los trabajos que Iberdrola realizó en la presa de Casoio, en el río Casaio. Pese a ello, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil no encontró relación alguna entre las dos situaciones.
Los trabajos de desbroce que este mismo organismo desarrolló en el Paseo do Malecón y que había reclamado en diferentes ocasiones el Concello también generaron más de una protesta de los vecinos. Xoán Carlos Fernández, portavoz provincial de Adega, afirmó recoger estas protestas cuando criticó las labores desarrollados. 'Non se di que non se limpe o río, pero hai que deixar a vexetación arbustiva. Os traballos non están ben executados', dijo. Además, se quejó de la tala de 20 chopos en el mismo paseo del Malecón.
El concejal de Medio Ambiente, Aurentino Alonso, defendió la corta de los árboles argumentando que estaban enfermos. También se refirió al desbroce de la Hidrográfica. 'A vexetación volve nacer', explicó.
En el Concello también preocupan los bruscos cambios de nivel del río. El concelleiro de Medio Ambiente, Sanidade e Educación, Aurentino Alonso, coincidió en resaltar sus efectos negativos. 'O peor é a fauna. Cando soltan a auga, arrastra aos animais que viven á beira do río', dijo Alonso. Además, resaltó que cuando el nivel baja sobre la superficie del agua aparece una espuma de origen desconocido, que se marcha cuando el Sil vuelve a crecer.
Aurentino Alonso desconoce la causa de las fuertes oscilaciones del caudal del río, aunque desconfía que detrás puedan estar las labores que empresas eléctricas como Iberdrola desarrollan en las centrales de generación de electricidad ubicadas río arriba. En todo caso, aseguró que mañana, lunes, se dirigirá a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para conocer las causas.
PESCADORES
Los pescadores de la Sociedad de Pesca de Valdeorras también protestan por las periódicas subidas y bajadas del nivel del Sil, que repercute muy negativamente en el número de capturas. 'A pesca móvese e cando sube e baixa o río os peixes desaparecen', comentó un directivo, José Manuel Fernández.
La respuesta de la Hidrográfica a una queja que recientemente realizaba un piragüista de O Barco apunta a las empresas de generación eléctrica como las causantes de los bruscos cambios de caudal del río, unas variaciones que en algunos casos podrían no respetar el caudal ecológico establecido para preservar su fauna y vegetación. El organismo responsable de la cuenca explicó así que las labores de conservación realizadas en las centrales son las que provocan las criticadas fluctuaciones.
La contaminación del agua se suma al conflicto
La polémica generada por los bruscos cambios del caudal del Sil en el tramo de O Barco no es la única surgida este verano en torno al afluente del Miño. En la primera semana de agosto, los usuarios de la playa fluvial del Malecón barquense tuvieron que conformarse con tomar el sol durante varios días. La contaminación microbiológica detectada en sus aguas obligó al Concello a prohibir el baño. Este caso de contaminación coincidió con los trabajos que Iberdrola realizó en la presa de Casoio, en el río Casaio. Pese a ello, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil no encontró relación alguna entre las dos situaciones.
Los trabajos de desbroce que este mismo organismo desarrolló en el Paseo do Malecón y que había reclamado en diferentes ocasiones el Concello también generaron más de una protesta de los vecinos. Xoán Carlos Fernández, portavoz provincial de Adega, afirmó recoger estas protestas cuando criticó las labores desarrollados. 'Non se di que non se limpe o río, pero hai que deixar a vexetación arbustiva. Os traballos non están ben executados', dijo. Además, se quejó de la tala de 20 chopos en el mismo paseo del Malecón.
El concejal de Medio Ambiente, Aurentino Alonso, defendió la corta de los árboles argumentando que estaban enfermos. También se refirió al desbroce de la Hidrográfica. 'A vexetación volve nacer', explicó.
