El campo de Ourense, en jaque por los efectos del cambio climático

“A castaña, a mel e o viño, son productos autóctonos que se traballan nas terras do oriente ourensán e que sufren as consecuencias do cambio climático sen que ninguén tome cartas no asunto”. Así explicó Pedro Rodríguez, presidente de Agromacen, la Asociación de Ganaderos del Macizo Central, “un problema global que se aterriza en particular na nosa realidade diaria que non se canaliza e non chega as oficiñas nas que fan as normativas do campo”. Desde Trives, Rodríguez recogió el sentir de los agricultores y ganaderos de la zona, preocupados por “a maneira de cultivar que se nos impón”. Según explicó, “para conservar a fauna útil, temos que conservar tamén a proliferación de enfermedades, hongos, que nos impiden desenrolar ben a actividade”. Así, afirmó, se rompe el equilibrio “perxudicando aos que viven da terra”. El presidente de los ganaderos habló claro: “Se non utilizamos producto para eliminar o mildeu das cepas, deixamos que afecte á uva? O productor non ten máis armas para defender a súa cosecha; se hai unha epidemia de tuberculose, ao gandeiro que lle morreu a vaca non lle é suficiente con que o indemnices, tes que darlle unha solución. A resposta as dúas cuestións chámase investigación, algo vital se queremos abordar o tema do cambio climático”. Alta montaña Jorge Prada es propietario de una explotación de vacuno en A Veiga, 2.000 hectáreas alquiladas de terreno de alta montaña, para 150 cabezas de ganado que cada día supone un reto mantener. “Las ayudas a las que optamos, no hacen distinción, trabajar en alta montaña implica muchos riesgos, con el frío mueren muchas vacas”, explicó. “A mí cuando me muere un animal, tardo semanas en encontrarlo para recogerlo y darlo de baja”. Las exigencias medioambientales llegan a veces para ahogar aún más a ganaderos como Jorge. “Cogí un monte que llevaba cuarenta años sin ganado. Puse un aprovechamiento de un 10% y la subvención vino dos años denegada, porque decían que el monte tenía que estar desbrozado. Así que terminé comprando una máquina que me valió un dineral para desbrozar.” La Consellería busca diálogo Desde la Consellería Medio Rural aseguraron que no son ajenos a los problemas reales del campo e intentan adelantarse a los problemas que acarrea el cambio climático. “La producción de miel ha bajado porque las condiciones favorecen la entrada a la avispa velutina. Se está perfeccionando un plan de choque para este año cuyas primeras acciones serán la retirada temprana de nidos, la realización de un trampeo organizado, selectivo y geolocalizado, y el impulso de la investigación para determinar el mejor método de lucha biológica para evitar la propagación”. Tanto las enfermedades vegetales como también las animales, son dos cuestiones que la Consellería dice tener sobre la mesa. “Acabamos de crear un equipo transversal de trabajo para las nuevas enfermedades cuya primera reunión se realizó recientemente, con participación de agentes de la Consellería pero también de las universidades”. La idea, según explicaron, es crear lazos de diálogo en beneficio del sector agroganadero y “poner en marcha un sistema de alertas tempranas mediante una aplicación informática específica para formar e informar a los agricultores y ganaderos de los riesgos, y anticiparse a posibles pérdidas”.