Un invidente vela por la Sanidad trivesa

Juan Carlos Domínguez Gómez se quedó ciego a los 24 años. Ahora, cumplidos los 33, fue elegido concejal bajo las filas de la Agrupación Trivesa Independiente, lo que le sitúa como el único edil invidente de la provincia. Afirma que el único motivo de presentarse para concejal fue su “ilusión por traballar por Trives”. Su familia le apoyó en todo momento, aunque no puede decir lo mismo de todos los vecinos. “Algunha persoa afín á oposición preguntou que facía unha persoa con minusvalía na lista”, se quejó.
“Penso que non terei problema para desenrolar a miña laboura, só que dependo da xente para desplazarme”, comenta Juan Carlos Domínguez Gómez. Su ceguera no fue obstáculo para que ocupase el quinto lugar en la candidatura de la Agrupación Trivesa Independiente y para después de salir elegido concejal, asumir las áreas de Sanidad y Educación en el gobierno bipartito de socialistas e independientes. Esta invalidez no le supone ningún obstáculo, pues dice que “xa estou afeito. Levo moitos anos así. Foi duro pasar de ver a luz do día a non ver nada pero agora non teño ningún problema”.
En la actualidad, este trivés es el único concejal de la provincia que padece ceguera en la provincia, según las fuentes consultadas.
El nuevo concejal trivés explicó que se presentó a las elecciones municipales en la candidatura independiente porque “sempre me gustou implicarme no de Trives. Os independentes me comentaron se estaba interesado e dixen que si. Teño moita ilusión por traballar polo Concello”, afirmó.
Pero no todo fueron flores durante la campaña electoral. “Houbo algunha persoa afín á oposición que preguntou que facía unha persoa cunha minusvalía na lista. Pero non hai que facer caso”, dijo Juan Carlos Domínguez. En todo caso, los otros miembros de su lista se volcaron con él. “Son moi boa xente, fixen novos amigos. Estou encantado da súa acollida”, comentó.
También si tuvo el respaldo de su familia. Los únicos “peros” que le plantearon sus padres no estuvieron basados en su invalidez sino en que “eu teño un negocio”. El edil abrió una consulta de Fisioterapia en la villa trivesa y trabaja como fisioterapeuta en el Hospital Valdeorras.
La única influencia que su invalidez puede tener sobre su labor como concejal deberá ser positiva, pues según él explica “sempre estás máis sensibilizado”. En este sentido, se queja de las múltiples barreras arquitectónicas existentes en la villa trivesa, con aceras sin rampas, “unha farola no medio dunha acera” o edificios como el Concello “aos que non pode acceder todo o mundo. Hai bastantes barreras arquitectónicas e vou traballar nese tema”.
El concejal se afilió a la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) en el año 1980. Con esta organización realizó los estudios que en la actualidad le permiten vivir con total independiencia.

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