Agentes de la Policía Local visitaron durante la mañana del martes los negocios ubicados en la avenida del Conde de Fenosa en busca de alguna pista de la persona que cortó dos de sus árboles, en pleno centro del casco urbano barquense y a la luz del día, pues fueron talados durante la tarde. Se trata de prunos que crecían sobre una acera.
No son los primeros y los vecinos temen que podrían no ser los últimos. Esta incertidumbre comienza a crear alarma en la villa a pesar de que la Policía Local comienza a sospechar del vándalo que se dedica a cortar los árboles que crecen en los espacios públicos, tal y como apuntó el alcalde, Alfredo García Rodríguez.
Con los dos árboles cortados en la principal arteria de la villa barquense son 10 los dañados. Todo comenzó hace tres semanas, con la tala de tres fresnos en el Paseo do Malecón, sobre la orilla derecha del río Sil. A ellos se sumaban otros cinco en la mañana del 12 de julio, cuatro de ellos en el recinto que ocupó el festival musical que se desarrolló los días 14 y 15 de julio y el quinto en el entorno de las piscinas municipales.
Coste de los daños
Los árboles talados tenían aproximadamente 15 años y el Concello, que calificó estas acciones como “un atentado”, cuantificó el valor de los daños causados por la tala de cada ejemplar en torno a los 1.000 euros, con lo que la cuantía total será de 10.000 euros. A este gasto hay que añadir los años que tardarán en crecer los ejemplares que ocupen su lugar para permitir disfrutar de ellos a la población. Todos los hechos fueron denunciados en el cuartel de la Guardia Civil barquense.
El alcalde de O Barco confirmó la existencia de “ciertas sospechas” de la autoría de los desperfectos en los árboles, los cuales consideró que únicamente podría haberlos realizado “una persona que no está en sus cabales”.
Las características del corte realizado en los árboles, que deja una superficie totalmente lisa y sin que pueda apreciarse gran cantidad de serrín en el lugar, apuntan a que el autor empleó, bien una sierra eléctrica, bien un modelo de sierra manual que permite cortar el tronco de estos árboles en media decena de movimientos.
Los barquenes recibieron todos estos hechos con asombro y preocupación, sin comprender cuál puede ser la intencionalidad que persigue el desaprensivo que corta los árboles, si bien desde el Concello consideran que su finalidad es desprestigiar el trabajo que desarrolla la Administración municipal.
