Los proyectos de nuevas presas en los tramos barquense y vilamartinés del Sil no prosperaron. El Gobierno central informó desfavorablemente la declaración de impacto ambiental de los proyectos de Iberdrola Generación y Salto Fondo Lugar.
Las nuevas presas proyectadas para el río Sil dejaron de ser una amenaza para los vecinos de O Barco. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino informó desfavorablemente los estudios de impactos que presentaron Iberdrola Generación y Salto Fondo Lugar, después de que esta última asumió la titularidad de los proyectos de Saltos del Cabrera. Ninguna de las dos eléctricas entregó la documentación exigida para completar los informes.
Saltos del Cabrera SL fue la primera en proponer una nueva presa en el Sil. Lo hizo en 1996 y la situó aguas arriba de O Barco. Poco después Iberdrola Generación SA presentó dos proyectos en competencia, buscando evitar nuevas instalaciones en el tramo del río que aprovecha. Con esta finalidad redactó dos proyectos, que ubicó por encima de la villa y a la altura de Arnado (Vilamartín).
Las nuevas presas despertaron una fuerte oposición en O Barco. La encabezó el Concello, que en 2003 aprobaba un Plan Xeral de Ordenación Municipal que prohibe los aprovechamientos del Sil. También se opusieron el BNG, la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega) y los vecinos de la Urbanización Las Huertas, construida en terrenos inundables.
En sus argumentos aludieron a los posibles daños en la flora y la fauna del río, así como en el peligro que supone cualquier variación de su nivel para O Barco. Además, aludieron al obstáculo que supondrían las presas para la prueba de piragüismo que se desarrolla entre Sobradelo (Carballeda) y O Barco, el Descenso del Sil.
Tras restar importancia a la incidencia de los aprovechamientos hidroeléctricos en la villa barquense y en el río, Iberdrola Generación SA planteó que las pruebas deportivas se realicen bajo la modalidad de descenso por porteo, según Medio Ambiente. A su vez, Salto Fondo Lugar propone la modificación de las características de la prueba deportiva, reduciendo su longitud o cambiando a la modalidad de descenso por porteo.
Un embalse cerrado por seguridad
El paso de la presa de Santoalla (A Veiga) sobre el río Xares fue cerrado por normas de seguridad, según afirmó la empresa Iberdrola, responsable de las instalaciones. La eléctrica aludió al riesgo que corren sus equipos al justificar la instalación de cierres y barandillas. Estas barreras impiden el acceso al embalse con lanchas de Protección Civil, obligando a recurrir a la lancha que posee la empresa, con la consiguiente pérdida de tiempo y el riesgo que entraña en casos de emergencia.
Saltos del Cabrera SL fue la primera en proponer una nueva presa en el Sil. Lo hizo en 1996 y la situó aguas arriba de O Barco. Poco después Iberdrola Generación SA presentó dos proyectos en competencia, buscando evitar nuevas instalaciones en el tramo del río que aprovecha. Con esta finalidad redactó dos proyectos, que ubicó por encima de la villa y a la altura de Arnado (Vilamartín).
Las nuevas presas despertaron una fuerte oposición en O Barco. La encabezó el Concello, que en 2003 aprobaba un Plan Xeral de Ordenación Municipal que prohibe los aprovechamientos del Sil. También se opusieron el BNG, la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega) y los vecinos de la Urbanización Las Huertas, construida en terrenos inundables.
En sus argumentos aludieron a los posibles daños en la flora y la fauna del río, así como en el peligro que supone cualquier variación de su nivel para O Barco. Además, aludieron al obstáculo que supondrían las presas para la prueba de piragüismo que se desarrolla entre Sobradelo (Carballeda) y O Barco, el Descenso del Sil.
Tras restar importancia a la incidencia de los aprovechamientos hidroeléctricos en la villa barquense y en el río, Iberdrola Generación SA planteó que las pruebas deportivas se realicen bajo la modalidad de descenso por porteo, según Medio Ambiente. A su vez, Salto Fondo Lugar propone la modificación de las características de la prueba deportiva, reduciendo su longitud o cambiando a la modalidad de descenso por porteo.
Un embalse cerrado por seguridad
El paso de la presa de Santoalla (A Veiga) sobre el río Xares fue cerrado por normas de seguridad, según afirmó la empresa Iberdrola, responsable de las instalaciones. La eléctrica aludió al riesgo que corren sus equipos al justificar la instalación de cierres y barandillas. Estas barreras impiden el acceso al embalse con lanchas de Protección Civil, obligando a recurrir a la lancha que posee la empresa, con la consiguiente pérdida de tiempo y el riesgo que entraña en casos de emergencia.
