El detenido había sido increpado por su padre debido al ruido que hizo tras volver de la fiesta

Retuvo a su familia a punta de escopeta, en Sobradelo

Casa de Pusmazán (Carballeda), donde vive la familia del detenido por amenazar a su padre. (Foto: LUIS BLANCO)
Un vecino de Pusmazán (Carballeda de Valdeorras), Francisco P.R., de 39 años, fue detenido por los agentes de la Guardia Civil de O Barco después de que su padre, Felipe P.R., le denunciase por amenazarle con una escopeta. También le atribuyó retener a Daniel P.R., hermano del detenido, y a su madre, Aquilina R.A., según fuentes próximas a la investigación.
Los hechos se desarrollaron en la madrugada de ayer, una vez finalizados los bailes de la fiesta del pueblo, en honor a San Mateo. Francisco P.R. llegó casa con visibles síntomas de embriaguez y provocando mucho ruido. Tanto que despertó al matrimonio y su padre no dudó en recriminarle el estado en que se encontraba. Difícilmente podría esperar la reacción del detenido. Éste echó mano de una escopeta, para la que según las mismas fuentes carece de permiso, y le amenazó con matarlo.

Posteriormente, Francisco P.R. encerró en una habitación a su hermano y a su madre. Cerró la puerta con llave y se sentó ante ella, con la escopeta en el regazo. En un momento de descuido, su padre pudo escapar, desplazándose hasta el cuartel de la Guardia Civil de O Barco, donde denunció los hechos cuando eran las 5,30 horas.

Desplazados hasta Pusmazán, los agentes optaron por vigilar la vivienda mientras llamaban por teléfono al detenido, intentando convencerlo de que desistiese de su actitud. Prefirieron situarse en las inmediaciones de la casa para evitar una tragedia. A las 10,30 horas, tras varias llamadas infructuosas, el denunciado accedió a salir de la casa, siendo detenido inmediatamente por los agentes. Posteriormente, fue trasladado hasta el cuartel de la Guardia Civil barquense, donde permanecerá hasta ser puesto a disposición del Juzgado mixto número 1 de la villa, lo que sucederá en las próximas horas.

Tras la detención, Felipe P.R., padre del detenido, rechazaba realizar declaraciones. El progenitor del detenido insistió una y otra vez que 'sólo falo á Garda Civil. Nada máis'.

La gravedad de los hechos y la presencia de los agentes en un pueblo de 25 habitantes no impidió a los vecinos de Pusmazán consultados afirmar categóricamente que desconocían lo ocurrido durante la noche.

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