Antonio Álvarez Díaz: "Cojo el racimo en una parra de Quenlle"
Es costumbre que el patrón del barrio de A Ponte luzca un racimo de uvas en la procesión de cada 25 de julio. Antonio Álvarez, más conocido como "Toño", es el pontino encargado de escoger el ramillete desde hace 60 años.
¿Cómo comenzó la costumbre?
Con 12 años empecé a ser monaguillo en la parroquia. Al principio ayudaba en misa y estudiaba el catecismo, y con 14 años tocaba las campanas de las novenas. Más mayor, con 21, el cura Don Miguel me dijo que yo era el primero para llevar al santo en procesión, que me había portado siempre muy bien. Ahí empecé a participar, y hasta ahora.
¿Y el racimo?
Yo trabajaba en aquel momento vendiendo piensos. Un día estaba en casa de un señor, en la zona de Quenlle, y me fijé en la parra que tenía delante de la casa. Le pregunté si podía llevarme unas uviñas para el Santiago, y él me dijo que escogiese las que quisiese, la más bonitas. Ahora, el señor ya murió, y se las pido al yenro. Voy con tiempo, hablo con ellos tranquilamente, selecciono las uvas y me voy.
Desde los 21 hasta sus 83... ¡62 años de tradición!
Nunca los había contado, la verdad. Pero sí, excepto cuando vivíamos en Alemania, cuando murió mi suegro y cuando murió mi padre. Vamos, por causas de fuerza mayor. En Alemania vivimos más años, pero a mí me sentó tan mal que quise volver los veranos siguientes.
¿Cómo se lleva la procesión en pleno verano ourensano?
Cuando llevo al santo no tengo calor porque voy caminando, y cuando me toca descansar camino detrás del santo, y la figura me da sombra. El calor se lleva bien. Esperemos que no llueva mañana, eso sí. Yo ya le dije al cura que si llovía podíamos dar la vuelta alrededor del edificio de la iglesia. No es mucho, pero por lo menos la procesión no se cancela.
