Los ríos siempre suelen deparar senderos de agradable paseo en la época estival. La vegetación frondosa da sombra y el murmullo del agua que nos acompaña es un sonido refrescante. Hoy visitamos Maceda y como la ruta es más bien corta, nos va a permitir caminar y hacer las visitas de rigor al Castillo de Maceda, monumento nacional desde 1949, hoy convertido en hotel y restaurante monumento, y a la iglesia de San Pedro, que veremos desde las almenas del castillo.
San Pedro es una iglesia entre plateresca y barroca de una gran belleza formal y en su cementerio descansan los restos de algunos de los ilustres habitantes del vecino castillo.
Pero íbamos al río. Para ello cogemos la calle de las flores y dejamos el coche en las inmediaciones de la gasolinera que encontraremos a nuestro paso. Unos metros más adelante, llega el camino que bordea el curso del río. El río es conocido con los nombres de Sor y Maceda.
El Maceda es un afluente del Arnoia y propicia una de las más acogedoras rutas fluviales de senderismo con más de cinco kilómetros de camino. Un camino que nos mostrará la mano del hombre a lo largo de siglos, con pequeños puentes, molinos, y otros ingenios con los que se aprovechaba la fuerza del agua. Una fuerza que a veces nos sorprenderá con una pequeña cascada.
Este es un sendero para todos los públicos y tendremos que hacer el regreso por el mismo trazado que la ida.
Aunque el esfuerzo no ha sido demasiado, podemos "reparar" fuerzas en alguno de los restaurantes de la localidad. El castillo por un lado y "La diligencia" por otro, pueden dar satisfacción más que holgadamente a nuestras demandas gastronómicas.
