Incoherencias y controversias del deporte en el siglo XXI
En nuestro país practican deporte reconocido a través de las licencias federativas, cerca de los 4 millones de personas. A esto hay que sumarle otra gran cifra incalculable que son aquellos que practican alguna actividad física, de bienestar, ocio o salud, pero que no forma parte del deporte federado. Son muchos/as los/as deportistas en todas las categorías desde iniciación, prebenjamín, alevín, infantil, juvenil, senior, pasando por perfeccionamiento, tecnificación y algunos llegando al alto rendimiento
Es por ello muy importante tomar conciencia y poner en valor cómo funciona el deporte y todas sus vertientes en nuestro país, y cómo influye en nuestra sociedad. El uso o desuso de nuestro gran valor educativo y cultural, el deporte, producen algunas contradicciones o paradojas. Así mismo, intento mostrar de una crítica y reflexiva los fenómenos actuales:
POLÍTICA Y DEPORTE:
Son muchos los políticos y representantes de instituciones públicas los que tienen presencia en eventos, competiciones y medios de comunicación con fines de reforzar su imagen pública. Sin embargo, son pocos los que trabajan y apoyan realmente al deporte. La realidad es que las ayudas son insuficientes y cada día hay más recortes. Por otro lado, los deportistas intentan no mostrar su ideología y orientación política.
EMPRESAS Y DEPORTE:
Las empresas aprovechan oportunidades para generar negocio y crecer en el mercado. Sin embargo pocas y cada vez menos, acceden a patrocinar deportistas o equipos, teniendo en cuenta de que en España, invertir en patrocinios y sponsores desgraba en Hacienda, esta es la mayor paradoja.
PROFESIÓN Y DEPORTE:
Desde hace pocos años que el “entrenador deportivo” está reconocido como una profesión. Son muy pocos los profesionales, entrenadores, preparadores, gestores, directivos, etc, que pueden vivir del deporte, donde más se ha avanzado es en deporte mayoritarios como fútbol y baloncesto. Sin embargo, el ámbito deportivo todavía no está profesionalizado o suficiente y mejora muy lentamente. No se da a penas importancia a la formación de los profesionales y tampoco se prioriza o se invierte dinero y esfuerzo en dotar de herramientas y formar a los “profesionales”.
Por otro lado, nos gusta invertir millones de euros en organizar macroeventos deportivos, véase Fórmula 1, Copa América de vela... donde empresas de otros países se aprovechan de nuestra situación.
VIOLENCIA Y AGRESIONES
Este fenómeno es preocupante y muy grave, lo vemos cada fin de semana en partidos de fútbol u otros deportes. Es un comportamiento antideportivo, provoca daños personales y materiales y hace que cada vez guste menos el deporte. Hoy en día nuestra sensibilidad es más grande, debido a que los medios de comunicación lo amplifica y multiplica.
La gran incoherencia es que muchos clubes, entidades, instituciones públicas, profesionales, técnicos y familias, incluido los propios deportistas, no luchan por mejorar esta situación, algunos lo dan por “normal” y miran para otro lado. Tampoco se invierten suficientes recursos para luchar contra esta gran necesidad, ni se prioriza en darle importancia.
ESTUDIOS Y DEPORTE:
Este es un tema visible, sensible y que todo el mundo conoce. La importancia de tener un rendimiento académico y deportivo, sacando buenas notas y teniendo buenas marcas o resultados, es una de las principales presiones que sufren los jóvenes de hoy en día. Sabemos que es posible e importante compatibilizar estudios y deporte, una complementa y refuerza a la otra, y que parte de una buena planificación y gestión del tiempo. Sin embargo, la paradoja subyace de que hay profesores y centros escolares que no permiten ni dan facilidades a los alumnos para compaginar ambas situaciones. A ello se suma que hay padres y madres que sólo le dan importancia a una de ellas, y suele ser la vida académica. Esto no facilita que el deporte y el deportista se desarrolle adecuadamente.
PADRES Y DEPORTE:
¿Son los padres y madres el verdadero problema del deporte? Esta pregunta se puede razonar de muchas formas, pero la respuesta en principio es no. Hay muchos factores que influyen de forma positiva o negativa el desarrollo del deporte, y los padres son una de ellas. Algunos están ausentes, otros colaboran adecuadamente, unos cuantos intentan ayudar pero sin embargo perjudican... hay de todo tipo.
La verdadera cuestión radica en que los padres forman parte del ámbito deportivo y por lo tanto no hay que excluirlos, pero sí poner límites y enseñarles a comportarse adecuadamente.
La paradoja en este caso es que hay clubes que, o los excluyen o les permiten hacer de todo y tomar decisiones por encima de entrenadores y directiva. Existe una gran necesidad en la re-educación de los “progenitores deportivos”.
