El último fichaje del COB causó sensación en todos los aspectos y se metió al público en el bolsillo desde su primer minuto en la cancha
Podrá rendir mejor o peor en la pista, pero el debut del último fichaje del COB, el pivot Danny Agbelese, no dejó indiferente a nadie entre el público -aproximadamente 2.000 espectadores- presente ayer en el Pazo Paco Paz.
Salió a pista en el minuto siete del primer cuarto. De inmediato caló hondo entre los aficionados con tres acciones casi seguidas.
Capturó un balón perdido de la nada y propició un tiro de Rejón en el último segundo de una posesión. Canasta. Atrapó un balón con nieve enviado por Rivero y lo metió a capón en el aro. Apoteosis. Taponó muy arriba un lanzamiento confiado de un rival. Muy, muy alto. Y el público no lo dudó. Éste es nuestro hombre.
Porque, además de aportar acciones de gran espectacularidad, Agbelese ofreció un 'show' contínuo de muecas, gestos al público, brazos al aire... Gustándose cada vez más. Asombrando a extraños y -¿quizá?- a propios.
El minuto de oro podría justificar la entrada al partido. Ni corto ni perezoso cogió la mopa de uno de los encargados y se dispuso a secar la pista, ante el delirio local. No le bastó con ella, porque remató la faena con una toalla. Después tuvo tiempo para rozarse con el rival Sergio Olmos y cometer una falta antideportiva, que encajó con mucha deportividad. Un error que supuso cuatro puntos en contra del COB en el tramo final, eso sí.
Pero ¡qué demonios! El público se lo pasó en grande en el Pazo. Baloncesto y espectáculo con la misma entrada. Danny Agbelese.
