El equipo ourensano ha ido mejorando sus resultados a la vez que crecía su porcentaje de acierto hasta confirmarlo ahora como uno de los mejores de la liga
El listado de problemas habituales cuando las ligas se toman un descanso tiene en el capítulo 1, y subrayado, la importancia de recuperar el ritmo perdido. Una mezcla de tópico y realidad sin datos que lo justifiquen.
Tras el parón de la Copa Princesa, el COB regresa a la liga en el mejor momento de la temporada. Siete victorias en ocho partidos y peleando ya por la segunda plaza. La defensa, el equilibrio interior-exterior, las referencias en los momentos clave y el paso adelante del banquillo son algunas de las marcas de identidad de un COB permanentemente al alza desde el inicio de la liga.
El tiro exterior es el mejor ejemplo de ese crecimiento individual y colectivo del equipo ourensano. El COB empezó la pretemporada y la liga con graves problemas en el tiro exterior. Porcentajes muy bajos a los que el técnico, Gonzalo García de Vitoria, siempre le restó importancia: "Los porcentajes son algo que no puedes controlar, pero sabía que teníamos que rondar el 35 por ciento por los jugadores que tenemos. No tenemos especialistas en el tiro, pero Vidal, Zamora, Ott, Rodríguez, Muratovic... son todos jugadores con buenos porcentajes en sus carreras".
A las siete primeras jornadas de liga el COB sobrevivió pese a las lesiones de Molins, Watson y Vidal y con un 30 por ciento en tiros de tres puntos. El balance: tres victorias y cuatro derrotas.
La línea roja, el 36 por ciento
Desde el siguiente partido, en la octava jornada, el Río Ourense Termal inició un crecimiento que lo lleva ahora a ser el quinto mejor equipo de la LEB Oro en porcentaje de triples con un 36 por ciento.
Desde entonces, en las 14 jornadas restantes, esa es la línea que marca el éxito del equipo cobista. Cada vez que ha superado ese porcentaje ha ganado y cada vez que se ha quedado por debajo ha perdido. Solo ante el Prat y en el Pazo se saltó una línea roja que se cumple jornada a jornada.
"Nunca nos hemos puesto nerviosos. Sabíamos que no seríamos un equipo de meter 15 triples, pero tampoco un equipo de 25% de acierto. El equipo ha tenido tranquilidad y cada vez ha ido teniendo más acierto", comenta García de Vitoria.
El partido ante el Básquet Coruña marcó el inicio de una metamorfosis sostenida en el tiempo. Partidos de 15 triples (Coruña) y otros de 8 (Canoe), pero siempre rondando o superando el 40 por ciento.
Betis (8 por ciento), Palma (36), Bilbao (27) y Granada (29) confirmaron esa dinámica y suponen las únicas derrotas cobistas.
El triple ha pasado de lastre a pilar en el juego de un COB cada vez más rico y equilibrado. No necesita del triple para ganar partidos, pero cuando además está acertado gana siempre: "Somos un equipo que no abusa nunca del tiro exterior, pero ahora hemos demostrado que también podemos ser peligrosos desde ahí y eso no permite tener otras ventajas a la hora de jugar". El último partido confirma por sí solo una proceso de crecimiento que ayuda a entender los resultados del equipo: "El Oviedo es el equipo que más baja el porcentaje de triples de sus rivales y lo sitúa en el 26 por ciento. Nosotros conseguimos hacerles un 45".
El triple, un argumento en el que sustentan su filosofía muchos de los entrenadores del llamado "baloncesto moderno" y al que el COB ni renuncia ni se abraza, aunque la calculadora le desvela cual es la factor "X" de sus victorias: el 36.
