Opinión

Se regalan un partido más en un Pazo que volverá a ser una fiesta

Si juegan el play off será una “machada” tremenda, pero si no llegan seguirán siendo un equipo de sobresaliente tras una liga en la que han salido del fango ellos solitos, sin ayuda de nadie, y en la que llegan a la recta final metidos, como el que más, en la pelea por estar con los mejores.

Nadie regala 13 victorias. La de Cáceres no dejará detalles de calidad para recordar, pero sí confirmó la implicación de un COB que las ha pasado canutas muchas veces incluso para entrenar y que de puertas para dentro es una familia.

Unai Mendikote choca contra un atacante del Cáceres.
Unai Mendikote choca contra un atacante del Cáceres.

 

Empezando por un cuerpo técnico que va de la mano desde Félix Alonso hasta el utillero. Y siguiendo por una plantilla justita de casi todo, pero sobrada de implicación y huérfana de egoísmos. Con la misma ilusión el que fue MVP del partido que el que estaba en chándal por obra y gracia de la Federación. Un grupo en el que el entrenador manda al vestuario a un jugador fundamental jugándose la victoria y que un rato después acaban fundidos en un abrazo delante de los compañeros. La temporada que viene no estarán todos en el mismo equipo, pero este grupo les quedará para siempre. 

Viajaron a Cáceres en cuadro y vuelven regalándose un último baile. O igual el penúltimo, a saber con estos tíos. Es lo mínimo que se merecían. Un partido más en un Pazo con la grada soñando con ellos. Pensando que es posible un imposible por presupuesto, pero para el que a corazón no les gana nadie. Pase lo que pase, este es un COB al que recibir el sábado puestos en pie.

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