El COB cae ante un Andorra que asciende a la máxima categoría del baloncesto (95-61)

Dos Anjos machaca en el aro del COB pese a la oposión de Kut Kuath. DANI CATALÁN
photo_camera Dos Anjos machaca en el aro del COB pese a la oposión de Kut Kuath. DANI CATALÁN
Los de Félix Alonso no fueron oposición desde el comienzo y permitieron al equipo del Principado celebrar su ascenso a la liga ACB casi desde el inicio

El COB sufrió su vigésimoprimera derrota en la Liga LEB Oro en la pista del líder y ya equipo ACB, un Andorra inalcanzable para los de Félix Alonso. El rival dominó desde el primer minuto, con las ideas muy claras y una perfecta plasmación sobre la cancha.

La resistencia ourensana apenas duró los primeros minutos del tercer cuarto. Tras salir con un atrevido quinteto con el joven Josep Cera de base -premio a una excelente temporada- el Andorra impuso su ritmo, calidad y dominio en los aros para forzar el primer tiempo muerto de Félix Alonso. En cinco minutos, el parcial de 16-5 amenazó lo que después vendría. Un festival local contra la impotencia visitante.

Ni la entrada de Manjgafic, ni las posteriores de Williams o Ventura. Ni la combinación de defensas invidual y en zona. Ninguno de los cambios del banquillo ourensano consiguieron evitar que la ventaja del Andorra creciese sin medida. Si bien el COB igualó la aportación anotadora en el segundo cuarto -24 a 20- nunca dió la sensación de poder competir por la victoria. Siquiera forzar una derrota digna.

La diferencia aumentó en 10, 20… hasta los 34 puntos finales. Una demostración más de los defectos de un equipo al que siempre habrá que reconocerle el mérito de lograr la permanencia, pero que en demasiadas ocasiones esta temporada adoleció de falta de carácter y empeño para imponer su estilo o luchar contra los elementos. En Andorra, el COB recordó por momentos al desangelado equipo que deambuleó por la plaza de toros de Burgos.

Alonso reservó a los jugadores más habituales y determinantes -Urtasun, Pilepic y Manjgafic- ofreciendo más minutos a jugadores de rotación como Cera, Del Águila o Ventura. Salvo jugadas muy puntuales o pequeños destellos, ningún jugador estuvo a un nivel destacable. La defensa fue demasiado blanda y relajada. El ataque, sin criterio aparente o, cuando lo hubo, sin excesivo acierto o tiempo para lanzar. Muy poco armamento contra el poortaviones de la Liga. Un Andorra compacto en todas sus líneas, que apenas sufrió la prematura baja de su base titular, Rafa Luz y celebró el ascenso durante toda la segunda parte.

Es la diferencia entre el nuevo equipo ACB, sólo con cuatro derrotas en 33 encuentros -a falta del último de la liga regular- y un COB que sufrió para lograr las 12 necesarias para asegurar una necesaria continuidad en la LEB Oro. Se cumplió el máximo objetivo, sin excesivo lustre y con la eterna duda de si esta plantilla debería rendir más y mejor o si éste fue su tope. El mérito de la misma plantilla consistió en lograrlo con dos partidos de antelación y evitando un enorme sufrimiento a su ya castigada afición.

Los cálculos de averages y revisión semanal de resultados de rivales directos se transformó desde entonces en una quiniela sobre cuántos jugadores de esta temporada permanecerán en la siguiente. El anotador bosnio Fahrudin Manjgafic y el pivot sursunadés Kurth Kuath destacan sobre el resto como candidatos a renovación, si bien el primero no dispuso de más de cinco minutos y el segundo luchó pero se vió superado en numerosas ocasiones por el interminable Felipe Don Anjos.

El próximo viernes, en jornada unificada y compitiendo contra la Euroliga de Baloncesto, el COB despedirá la temporada en el Pazo -21,00 horas- recibiendo al Lleida. Oportunidad para premiar a la afición con un buen partido.

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