El COB se despide de su afición en el Pazo (76-87)

El COB se despide de su afición en el Pazo
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El COB despidió la temporada con una derrota ante el Gipuzkoa y entra en una fase que debe servir para aprovechar todo lo bueno y mejorar el proyecto

(76-87)

Al final fue con derrota, aunque el resultado no era ninguna obligación en un partido sin objetivo para alguno de los dos. El COB confirmó su orgullo y algunas de sus credenciales, también de sus limitaciones de la campaña y enfrente tuvo un Gipuzkoa que juega bien de memoria y que tiene calidad de sobra incluso sin algunos de sus mejores jugadores. Por eso uno se quedó algo corto en la lucha por el play off, y muy corto cuando tuvo bajas, y el otro aspira a pelear el ascenso a la Liga ACB.

Con todo, fue otra vez un partido muy digno y hasta vistoso de baloncesto. Nada que ver este COB que se ganó el sueldo hasta el último día con el más acomodado y ramplón de la temporada pasada. El epílogo de las campañas es de una diferencia abismal.

En esta despedida el COB estuvo siempre en partido. Totalmente igualado hasta el descanso, haciendo la goma en el tercer cuarto y sin bajar los brazos hasta el final de cuarto. Un capítulo más del equipo justito de recursos sin Sergio Llorente ni Justin Turner, pero intenso en las dos mitades y con recursos para ir “trampeando”.

Mindaugas Kacinas fue el referente en la primera mitad. El alero lituano acaba la temporada como un tiro y le clavó 14 puntos al descanso a un rival con físico y defensa para ponerlo siempre complicado. De mano del lituano el COB fue casi siempre ligeramente superior, pero penalizado en los minutos finales de los dos cuartos. En el primero encajó un 0-11 que le impidió irse mandando (21-21) y en el segundo 0-10 que supuso una renta inexistente en el juego (37-45).

En la segunda mitad fue Romaro Gill el referente. Acabó con 16 puntos, 3 mates, 3 tapones y la lengua fuera de hacer esfuerzos extra en los dos aros. Pero en los mejores minutos ourensanos siempre encontró el Gipuzkoa el acierto en el triple que le servía para mantener la renta. 9 de 17 al acabar el cuarto de los visitantes. A eso había que sumarle el 5 de 15 en tiros libres del COB y ahí estaba mucha de la explicación a la diferencia (55-68).

Y no se fue del partido. Adika Peter-McNeilly completó su día más acertado y a la que lo acompañó alguien más en el tiro exterior se metió en partido el COB (74-78). Quedaba mucho y acabó siendo demasiado.

Otras dos buenas jugadas ofensivas visitantes, un balance defensivo lento y asunto resuelto. Un parcial de 0-7 que acababa con la emoción y enviaba el partido a unos minutos finales de aplausos de reconocimiento y ovación para Bolong Zheng y los hermanos González.

El Pazo se fue con una buena entrada y la sensación de que se ha hecho un bloque sobre el que construir algo un poco más ambicioso. Las ideas están claras y hay opciones para darle forma a un COB ilusionante, aunque antes habrá que cruzar una vez los dedos para que los que mandan tengan lucidez y criterio. 

Esta temporada es historia y por una vez la siguiente ya ha empezado sin esperar al verano. Por ahí se comienza.

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