Llega el COB a una de las pistas más complicadas de la liga con pocas horas de entrenamiento, muchos minutos de termómetros y la baja del entrenador ayudante, Diego Gómez. En Lleida buscarán los ourensanos regresar a la senda de las victorias y para ello podría tener por primera vez a todos los jugadores disponibles desde hace mes y medio. Félix Alonso tiene a toda la plantilla disponible, pero varios llegan todavía muy faltos de ritmo, alguno superando procesos catarrales y él mismo tras perderse entrenamientos por fiebre alta. Demasiados problemas una semana más y siendo además el tercer partido en diez días.
Karamo Jawara y Justin Turner repetirán. Ninguno de los dos está cerca de su mejor versión. Al pívot le falta “feeling” con su cuerpo y al escolta ritmo de competición y aprender a convivir con una máscara que le condiciona totalmente su juego con balón.
Y no son los únicos con dudas. Ivica Radic lo está pasando mal con su, cada vez más dramático, problema con los tiros libres. El pívot croata, pieza fundamental para el equipo, debe recuperar la confianza en su juego cerca del aro y quizá por ahí empezar a olvidar el “miedo” a línea de 4,60.
El regreso de Romaro Gill, baja por enfermedad ante el Tizona en el Pazo, es la novedad cobista para el partido.
Problemas, contratiempos y dudas al margen, el COB tiene argumentos para demostrar el porqué llega al partido por encima en la clasificación de uno de los favoritos a pelear una campaña más por la Final Four. Y el que mejor lo sabe es el entrenador del Lleida. “Esperamos un rival muy bien trabajado, que sabe muy bien a lo que juega. Con dos bases con mucho talento, un juego interior muy potente, con pívots que se complementan muy bien y jugadores como Kacinas. Estoy convencido de que será un partido muy difícil y muy bonito a la vez”, explica Gerard Encuentra.
El rival
El COB se enfrentará a un ambiente de los imponentes de la LEB Oro y también a una de las mejores plantillas. Empezando por una cara conocida, Kur Kuath. El jugador más regular y más sólido de un Lleida que va a más con el paso de las jornadas y que busca la tercera victoria consecutiva.
Deberá encontrar soluciones Félix Alonso para limitar las ventajas que genera Cameron Krutwig cerca del aro de Ken Hasbrouck en el perímetro. Son los dos jugadores diferenciales con el balón en las manos de un equipo en el que tanto la línea exterior como el juego interior tienen en el físico su mejor argumento.
Tiene que recuperar el COB su mejor versión defensiva si quiere tener opciones. En ataque, incluso con el lastre de los tiros libres, siempre acaba encontrando ritmo de juego y anotador para competir. La clave estará, una vez más, atrás.
Ganar en Lleida sería caza mayor. Por el escenario, por el rival y por la clasificación. Sería engancharse a la zona más alta de la tabla y mantener tierra de por medio con el corte del play off. Insistir en un inicio de liga sensacional.
