El COB estrenó partido de preparación y patrocinador (Estrella Galicia) con derrota ajustada en el resultado final (60-70), pero más clara en lo visto en el parquet del coqueto Pavilhao Municipal de Monserrate. No obstante, hay momentos en los que perder apenas duele, que para eso están las pretemporadas. A los cobistas les faltaban varias piezas fundamentales (Ott, Wood,...), el Oporto demostró que ha armado un buen plantel para presentar batalla al Benfica y era jornada para fijarse en las aportaciones individuales de cara al futuro.
Dos detalles merecen la pena, y eso que uno empezó fallándolo todo y otro, que comenzó muy bien, acabó siendo un tirador mano de piedra. El técnico del COB tiene su "center" para intimidar, anotar y montar un buen proyecto. De Rozitis a Balaban pinta otro acierto. En los instantes iniciales, Pluta y Figueras lo buscaron y sacó un recital de movimientos. Sí, tres tiros bajo aro y tres errores.
El pívot se miraba los manos como si se las hubieran cambiado, pero el juego de pies había sido fantástico. En cuanto hundió la bola en el aro (6-8), sus acciones ya fueron dañiñas para el rival. De hecho, acabó como máximo anotador de los ourensanos. Ante Gomes, una torre lusa, o los pívots estadounidenses (McGrew y Starkey), mostró excelente nivel. Sin alharacas, pero con él Gonzalo García de Vitoria tiene un "center" muy seguro.
El otro duelo era entre Landis, estadounidense portista llegado de la Bundesliga, y Edu Martínez. Este empezó imperial y los seis primeros puntos ourensanos fueron dos triples suyos (4-3, 6-6), pero después entró en colapso. Que si un tiro se me sale, que si ahora me lo escupe el aro... Una mecánica excelente que a medida que pasaban los minutos perdía el duelo con el americano, que del 8-11 daba paso a dos bombas consecutivas y a acabar con la última resistencia gallega (19-16).
El COB ya nunca se puso por delante y pagó un pésimo segundo cuarto. Un triple de Pol Figueras los situaba a tres (24-21), pero un 10-2 de parcial, con muchos puntos portugueses dentro de la pintura, dejó sentenciado el choque. Vázquez se iba al banquillo por un golpe en su ojo izquierdo (vio toda la segunda parte con él vendado) y el quinteto ourensano ya no hacía daño.
Vale, restaba todo el segundo periodo, pero el COB ya tenía demasiadas ausencias, tanto físicas como en juego. Van Dijk no tenía el día, Brad Tinsley, el base estadounidense del campeón de Copa, movía mucho y bien a su equipo, y el COB dependía de algunas acciones interiores de Serrano, porque de fuera no hacía daño. Solo en los minutos finales Thomas Tshikaya anotaba un par de acciones casi estilo Llull, pero para que una desventaja de quince puntos (51-36, 56-41, 60-45) se rebajase para sumar una derrota algo más corta.
El Oporto, que bombardeó desde el triple a su adversario (y eso que McGrew, pívot que le encanta anotar de tres desde la frontal, estuvo pésimo), también dio minutos a su banquillo. Como el COB, que dio entrada a los más jóvenes. Estamos en pretemporada. A ver el equipo con los ausentes.
