La victoria del COB saldrá siempre de lo que consiga construir con su cantera. Bien sea jugadores que se enganchen a este deporte o lograr fidelizar aficionados para siempre. Si además se consiguen jugadores que lleguen al primer equipo, la recompensa es doble. Para seguir estrechando esos lazos hay que mirar hacia la cantera. Cantidad, e incluso más, calidad.
Y uno de esos días que tiene marcado el COB como club es el que se conoce como Media Day. Se trata de un encuentro de todos los equipos, jugadores, jugadoras y técnicos, en el que pasan unas horas juntos haciendo que esa familia baloncestística consolide sus bases.
El Pazo Paco Paz fue ayer el escenario de un evento en el que se repartieron sonrisas, se sacaron y guardaron en el móvil incontables fotos y se contaron confidencias de pequeños a mayores y viceversa. Hubo más de 250 jugadores de los diferentes conjuntos cobistas, con los 16 preparadores que entrenar y forman a los proyectos de jugadores y jugadoras.
Durante tres horas se disputaron concursos de tiro, se entregaron premios y se realizó el ensayo general de la foto de familia que se retratará esta tarde, en el descanso del partido ante el Estudiantes.
No faltaron los componentes del primer equipo ourensano, que también hacen las veces de padrinos de las diferentes escuadras que conforman la cantera. “Es una gran oportunidad para que los niños y niñas del club pasen tiempo juntos, con la ilusión que siempre les hace que estén los jugadores del equipo profesional”, destaca Diego Seara, coordinador de la cantera cobista.
Una experiencia de las que gustan tanto a pequeños como a mayores. Más gasolina en el depósito para un primer equipo ourensano que cargó las pilas con la juventud horas antes del exigente test ante el Estudiantes. Su gente, su familia deportiva, no les va a fallar.
