Si las gradas supletorias aparecen en el Pazo es que se avecina algo gordo. Partido en mayúsculas esta tarde en “casa COB”. Los ourensanos reciben al Estudiantes, un histórico del baloncesto nacional y que, esté en la categoría que esté, siempre llama. Un cruce de caminos que no llega en la ACB, como en otras ocasiones, pero que genera ese “picorcito” interno en los cobistas. En los de la pista y los de la grada. Y con mucho en juego. Los ourensanos buscarán dar un paso de gigante en esa pelea por estar en los play off. Los madrileños, que llegan con dudas e incendios internos varios, están obligados a no caerse de la lucha por el ascenso directo. Una batalla que puede ir decidiendo la guerra y que no se perderán miles de gargantas.
En el COB, semana de calma. Y eso, esta temporada, es noticia. Sin problemas físicos de relevancia y con sesiones de calidad en las que ayudaron los jugadores del Bosco, Félix Alonso va con todo a por la victoria. Saben los cobistas que será una de esas tardes donde aunque el fallo sea mínimo, el daño será máximo. No se puede bajar el pistón ante un cuadro madrileño en el que tiene calidad hasta en el busero. Atrás tocará morder, algo que están haciendo con bastante criterio y regularidad en las últimas jornadas. Y delante, intentarán meter la quinta marcha. No le viene mal al equipo cobista “desordenar” a una defensa que explota mejor sus virtudes desde la calma chicha. Agitar el avispero puede beneficiar en esta ocasión.
En la hoja de ruta del COB se repiten varias asignaturas clásicas en su alumnado. El acierto desde más allá de la línea de tres marca, y mucho, el devenir del equipo. Sin olvidarse del porcentaje en los tiros libres que, dicho en voz baja o a pleno grito, no acaba de encauzarse. Y esa conexión grada-pista que siempre es un extra para sostener con brazos invisibles cuando el equipo se tambalee, o para impulsarlos cuando estén con la flecha para arriba.
Plantel al completo en el equipo local, no así en el visitante. Al frente, Pedro Rivero. El exjugador cobista, tan valorado como querido, está teniendo una temporada movidita en Magariños. El último incendio fue la salida de “míster MVP” Michael Carrera. Sin “feeling”, la relación se cortó tras la última derrota en Alicante. Además, sobre el parquet del Pazo es seria duda Kevin Larsen. Con problemas físicos toda la semana, pueden que no arriesguen con el pívot.
Por motivos muy distintos, serían dos ausencias importantes para el Estudiantes. Pero tienen artillería para darle duro a cualquier enemigo, especialmente por fuera. Wintering, Leimanis o Frazier tienen capacidad para desequilibrar un partido. Si no está Larsen, por dentro se quedan con un agujero. Murphy, Nzosa o Carlos Suárez tendrán que dar un paso adelante.
Partido de campanillas en el Pazo. El que pueda, que vaya. El que no, que se lo cuenten. Los ingredientes apuntan a plato de tres tenedores y varias cifras. El COB quiere esa victoria de oro que se resiste. No solo competir ante un “coco”, también hacer que bese la lona. Hoy tiene la ocasión. No será sencillo, pero cuanto mayor es el reto, mejor sabe la recompensa.
