BALONCESTO/LEB ORO

Melilla, rival exigente

photo_camera Canasta de un jugador del COB.

El COB comenzará el play off de ascenso a la Liga ACB ante una de las mejores plantilla de la competición

Trece años después el COB regresa a los play off de ascenso a la Liga ACB. Enfrente, el Melilla. Rival exigente e incómodo pero al que los ourensanos ya han conseguido derrotar en los dos partidos de la Liga regular.

Los precedentes son el mejor test para analizar un play off con favoritismo ourensano pero en el que la igualdad entre todos los equipos que pelean por el ascenso es máxima.

Además, la eliminatoria tendrá el alicientes extra de ver a muchos ex en las dos filas. Empezando por Gonzalo García de Vitoria. El ahora técnico del COB hizo lo propio con su próximo rival durante cinco campañas. También estuvieron en Melilla Salva Arco, Darien Brothers, Deividas Busma y Marcos Suka-Umu.

En el Melilla dos de sus jugadores clave, Quique Garrido y Carles Bravo, dejaron buen recuerdo en su paso por el COB.

Morbo extra para una eliminatoria sin desequilibrios de antemano. El COB es más fiable y regular pero el Melilla tiene más pegada y menos presión. En el COB la profundidad de banquillo es una arma de la que ha sacado réditos pero el Melilla no se le queda atrás.

Wright o Laso equilibran a un equipo en el que Butterfield se suma con facilidad a los puntos que siempre aportan los excobtistas. Eric Sánchez, Joan Tomás y Eloy Almazán son relevos de garantías pero les cuesta más ser protagonistas.

En la zona los relevos son un Edu Gattell asentado en la liga a base de esfuerzo y el griego Tsiaras, que aporta la versatilidad y el tiro exterior que no tiene ninguno de los otros pívots.

En el banquillo un entrenador todavía sin galones en la competición. Alejandro Alcoba tiene la oportunidad de dar un golpe en la mesa superando al COB y difuminando una discreta liga regular. Tiene equipo para exigírsele. Su ayudante es otra cara conocida en el Pazo, Javier Muñoz.

El factor pista completa los condicionantes del play off. El Pazo será una caldera. Siempre fiel a la cita en los encuentros clave, la afición ourensana llenará las gradas, algo que en el sentido opuesto cuesta ver. La cancha del Melilla dificilmente suma más de 1.000 espectadores por encuentro, lejos de los más de 3.500 vistos este año en el bando cobista. En cuanto victorias, tambien igualdad. Los dos ganan pero ninguno es infalible.

Emoción e igualdad a raudales, al fin llegan los playoff.

Te puede interesar