LEB ORO

Dos precedentes en 20 años sin fichajes durante la temporada

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photo_camera Kammerichs y Maldonado.

En las 20 últimas temporadas solo en dos ha terminado el Club Ourense Baloncesto con la misma plantilla con la que empezó. Ésta es la tercera.

Al iniciar la campaña el club ya anunció que contaba con el presupuesto más bajo de su historia y que el objetivo no era otro que consolidar el proyecto en la LEB Oro para aspirar a corto plazo a metas más pomposas. Cautela de inicio en un COB al que la plantilla y el cuerpo técnico ha añadido ambición desde la primera jornada.

Pese a las limitaciones, el equipo ourensano está en puestos de play off de ascenso. Siempre entre los mejores de una competición que ayer eliminaba el comodín de los fichajes. Esto es lo que hay, de aquí al final de temporada.

La última vez que pasó algo así en el Pazo fue en la temporada 2008/2009. Entonces también la economía mandaba pero más que por cautela sencillamente porque estaba en números rojos.

La temporada había empezado con la ambición por bandera. Una plantilla fichada a base de talonario y con el único objetivo de lograr el ascenso a la LEB después de tres campañas decepcionantes en LEB Plata (LEB 2).

Pineda, Esmorís, Axton, Griffin... y el regreso de Sony, Vila o Ibeas. Un equipazo que no funcionó desde el principio y al que pronto se le acumularon las nóminas sin cobrar. Por primera y única vez en la historia del club, la plantilla fue a la huelga y la directiva acabó la temporada amenazando con acudir a la Ley Concursal. Aquel año no hubo fichajes, Carlos Gómez (entrenador ayudante) relevó a Dani García y la temporada acabó en un décimo puesto que importaba poco ante las dudas sobre el futuro del club.

La temporada 2001/2002 era el único precedente sin fichajes. Pero el motivo, antagónico. Salva Maldonado, en el banquillo, y José Antonio Artigas, en la dirección administrativa, lideraban un proyecto que acarició el ascenso a la Liga ACB sin necesidad de contar con una de las plantillas más caras de la competición. Kammerichs, Wilson, Cherry, Miralles, Sony o Bernabé eran algunos de los jugadores de un COB capaz de ganar nueve partidos consecutivos, llenar el Pazo, ser sede de la Copa del Príncipe y pelear el ascenso hasta el final. ¿Para qué fichar si el equipo funcionaba? Quizá ahora piensen algo parecido en las oficinas del club.

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