LEB ORO

¿Quién llora aquí?

Ourense. 10-03-2017. Cob-Barcelona B. Paz
photo_camera Kapelan en el partido ante el filial del Barcelona.

Varios jugadores del COB están muy 'tocados' tras la última derrota ante el Barcelona

¿Llorar? ¿Y eso por qué? El COB salió tocado del partido ante el Palma por la forma en la que perdió el partido. Tras el del Barcelona asegura su entrenador que "desbordado". Dos formas distintas de perder pero con idéntico desenlace.

Sobre la primera nada puede hacer el equipo ourensano. El arbitraje es el único aspecto del juego sobre el que los equipos que no sean Real Madrid o Barcelona no tienen influencia. Sobre la segunda sí, y mucha.

Lo primero es aprender. A escuchar y pensar. Sencillo de explicar antes y de entender después, pero cuándo realmente cobra importancia no tanto. En situaciones como las que está viviendo ahora el COB, los jugadores con experiencia o descaro innato son un lujo. Ni lo primero ni lo segundo se entrena y los dos tipos de jugadores se consiguen de la misma forma, pagando más que los demás.

Fran Guerra salió llorando de la pista por cuatro tiros libres fallados. Christian Díaz pateó a un contrario y luego al balón porque la impotencia se había apoderado de él. Y Diego Kapelan es el más tocado de todos porque no ha sido capaz de anotar ante el Coruña, el Palma o el Barcelona canastas 'ganadoras'.

Alguien tendrá que explicarle a estos chicos que los finales que han perdido o no han sabido ganar tienen ese desenlace porque antes han sido capaces de llegar a ellos. Que los aficionados a los que representan están disfrutando con este equipo como hacía temporadas. Que son clave para entender porqué el COB es quizá el equipo que mejor baloncesto hace de la liga. Que algún alley-oop entre Christian Díaz y Fran Guerra a veces vale una entrada. Que ni ellos ni ninguno de sus compañeros admite un pero. Que en Ourense los bofetones los llevamos en verano y todavía no hemos llegado ni a la primavera. Que si no hay un solo 'pito' al equipo después de 27 jornadas no es por casualidad en una ciudad que sabe de baloncesto como la que más. Que el viernes hay otro partido y después de ese otro más. Que a Diego Kapelan habría que estarle agradecido porque su apuesta por Ourense es más fiel que la de algunos ourensanos.

Lágrimas ni una. Orgullo, esfuerzo y confianza. Por suerte queda mucha liga para seguir disfrutando con el COB. Y un play off.

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