COB

Al ritmo de Christian Díaz

CRISTI
photo_camera Díaz trata de anotar ante la oposición del alero del oviedo Lofberg

El base canario es una de las claves por las que el COB aspira a disputar una temporada más los play off de ascenso a la Liga ACB

Llegó al COB hace dos veranos tras descender a la LEB Plata con el Navarra y, como él mismo reconoce, "sin ilusión por seguir jugando al baloncesto". Ahora es uno de los bases más fiables de la LEB Oro, con proyección ACB y líder de uno de los equipos que mejor baloncesto hacen esta competición. Cristian Díaz Rodríguez (Las Palmas, 22 de marzo de 1993) es clave para entender la temporada que está firmando un COB muy por encima de las mejores expectativas.

"Vamos a ir partido a partido, como hasta ahora. Marcarnos metas a largo plazo no tiene sentido. Si nos clasificamos para jugar el play off luego podríamos aspirar a conseguir el factor pista, pero antes de nada intentaremos ganar al Palma el sábado (por mañana). Con la plantilla que tienen dejarlos a tres victorias y el average ya sería un mérito para nosotros", dice Cristian Díaz.

El crecimiento del equipo también es individual. Es consciente de ello: "Llegué un poco a verlas venir. Nunca había tenido el rol de primer base. Hasta ahora casi siempre era un jugador para cambiar los ritmos de los partidos o para anotar. Este año tenía que ser mas base. Al principio me costó bastante, estaba un poco perdido. No era yo mismo en la pista, no me reconocía. Hablé con otros jugadores y con el entrenador y ahora noto mucho la evolución. Soy más base y consigo pensar más en los compañeros que en mí, a veces creo que demasiado. Consigo llevar el ritmo de los partidos y hacer lo que el equipo necesita".

"Ser base me parecía un coñazo"

Su cambio costó mucho para un jugador peleado desde siempre con ese sino: "Desde pequeño me negaba a jugar en ese puesto. Ser base me parecía un coñazo. Solo pensaba en coger la pelota y meterla por el aro, me parecía mucho más sencillo". Y añade: "Incluso hasta hace  poco tenía una forma de jugar con la que perdía muchos balones y ahora creo que eso también lo he conseguido mejorar".

Óscar Alvarado, base del Araberri, y Gonzalo García de Vitoria fueron dos de los encargados de ponerle el diván cuando salía de los partidos con dudas en la cabeza: "Hablo mucho con Óscar y me dijo que tuviese paciencia que las temporadas son muy largas. Gonzalo me devolvió las ganas de jugar al baloncesto cuando vine la primera vez a Ourense. Es un entrenador muy cercano y una persona que está siempre de buen humor. Confía en mí y yo confío en él ".
Sus padres son los que completan su equilibrio. Su madre le recomendó fichar en Ourense: "Este año han venido ya y estuvieron tres semanas. Me prometieron que si jugábamos el play off de ascenso volverían a verme". ¿Y?: "Les he dicho que vayan reservando los billetes".

Te puede interesar