Sin Turner, el COB no tiene paraíso

El cobista Samu Rodríguez trata de lanzar ante la oposición de la defensa cántabra.
photo_camera El cobista Samu Rodríguez trata de lanzar ante la oposición de la defensa cántabra.
El COB sufrió una derrota en el Pazo Paco Paz contra un necesitado Cantabria, mermando sus opciones de clasificación para la fase por el ascenso

El COB se descuelga de la lucha por el último puesto de la fase de ascenso tras un pésimo partido contra un Cantabria no muy intimidante, pero mucho más preciso en su juego.

Porque fallando 12 de 13 triples lanzados, el 55% de los tiros libres y el 70% de los tiros en juego para 26 paupérrimos puntos en la primera mitad, es muy complicado ganar en este deporte. Aunque el rival sea un equipo de la zona baja de la Liga.

No cabe duda, el equipo de Félix Alonso, acusó la notable falta del lesionado Justin Turner. Por lo que anota y por lo que genera. No fue tan notable la ausencia de Bolong Zheng, porque de corazón y ánimo estuvo sobrado. 

Tanto, que lo emocional superó durante la mayor parte del encuentro a lo racional. El buen criterio y la táctica imperó apenas durante los cuatro primeros minutos del partido. Intensidad en defensa y orden en ataque, surtiendo de balones al poste a Ivica Radic. En tan corto espacio de tiempo, el croata forzó cuatro faltas, anotó una canasta y regaló un buen número de pases a sus compañeros en tiros sin oposición. Una vía de agua que el COB no supo aprovechar.

Y por ahí comenzó el principio del fin. Los cobistas fallaron los tiros abiertos. Después fallaron los tiros cercanos. Después se quedaron a metros del tablero. A continuación, comenzaron a perder intensidad en defensa, facilitando las primeras diferencias visitantes: 5-15 en 9 minutos.

Seguidamente, comenzaron a desesperarse con el arbitraje -nada inspirado, por cierto-perdiendo una vez más Samu Rodríguez los nervios, con faltas cuando menos discutibles y una técnica que sentaría debate en cualquier comité. 

Todo comenzó a torcerse: el COB no veía el aro y sufría por cada canasta, el rival se mantenía 10 puntos por delante sin mucho esfuerzo. Para colmo, la mascota O Lobo rodaba por el parquet tras un tropezón y uno de los marcadores sobre las canastas se convirtió en un botafumeiro. Funestos presagios.

El voluntarioso público, considerable para un domingo al mediodía, se tragó una primera parte tan pesada como un potaje en primera línea de playa. Faltaba el cocido del tercer cuarto y un botelo para terminar el menú. 

Con más corazón de eficacia, el COB intentó rebajar 15 puntos de diferencia, el 30-45 del minuto 22. Un triple más adicional de Palazuelos aproximó la cosa a 6, 53-59 en el minuto 34. Ventajas que el Cantabria supo administrar y alargar hasta el final.

La sensación siempre fue la de un COB impotente, voluntarioso pero sobrepasado por la calidad del rival. Con aportaciones puntuales de Gill, Javi López o Jawara pero sin líder ni cabeza en la pista. Félix Alonso nunca encontró el quinteto ideal, quizá porque nadie tenía el día de cara, quizá porque apostó durante muchos minutos por los jugadores de rotación y se olvidó de referentes como Kacinas o Radic.

Al comienzo de temporada, con la mente más fresca, este COB rindió a satisfacción pese a las bajas de Turner y Jawara. A esta altura de la campaña, por mucho que el objetivo de la permanencia está cumplido y no existe la palabra presión, el equipo aparenta huérfano sin Turner e incapaz de competir contra cualquier rival.

Larga semana por delante de reflexión y descanso para afrontar el viernes otro partido importante -y ganable- en la pista del Cáceres. 

Te puede interesar